Ahora que ya acabaron las fiestas, y tenemos el propósito de empezar nuestra dieta saludable, lo primero que deberíamos tener en cuenta son los alimentos que debemos tener en casa.
Si de primeras quisiéramos enumerarlos, lo fácil sería pensar en que deberían ser todos aquellos que consideramos productos frescos, es decir, todos los que podemos comprar sin elaborar y sin etique-tas que enumeren una lista de ingredientes. Frutas, hortalizas, lácteos o huevos serían alguno de ellos.
Muchos de estos alimentos saludables tienen algo en común y es que se deben conservar refrigera-dos, así que en una nevera saludable debemos encontrar frutas, verduras, carne, pescado, huevos y lácteos (sin azúcar).
Existen otro tipo igualmente sano que debemos mantener fuera de la nevera, como es el caso de fru-tas como los plátanos, las manzanas, los cítricos o las piezas de fruta que no están maduras. Alimen-tos como las patatas, las cebollas, los ajos y otros tubérculos igualmente sanos se deben mantener en un lugar seco y oscuro.
Otros alimentos que debemos tener en nuestra cocina si queremos seguir una dieta sana y equilibrada son el aceite de oliva virgen extra, el cacao, las legumbres sin cocinar, los cereales integrales crudos o las conservas sin abrir.
Algo que muchos se preguntan es si los productos congelados pueden formar parte de una dieta sana y equilibrada, pues la respuesta es sí, siempre que hablemos de verdura, pescado o carne, ya que la congelación es un fantástico método de conservación que permite preservar los alimentos durante mucho tiempo.
Por contra, existen una lista de alimentos que no deberíamos encontrar en una cocina saludable, co-mo es el caso de alimentos precocinados o ultraprocesados como lasañas o pizzas. Los refrescos, los batidos y las bebidas alcohólicas también formarían parte de esta lista por su gran cantidad de azú-car. Las carnes procesadas como las salchichas, las hamburguesas y los patés no son en absoluto ali-mentos pertenecientes a una dieta sana. Deberíamos también prescindir de todos los postres como tartas, pasteles… incluso de los yogures si estos son azucarados. En definitiva se trata de evitar pro-ductos muy procesados que se caracterizan por tener aceites de muy mala calidad, exceso de sal y azúcar.
Por último aclarar que se recomienda consumir productos frescos ya que las materias primas son las versiones más saludables de cualquier alimento, pero no por el hecho de provocar un rechazo a aditi-vos por norma.
Si realmente te has propuesto perder esos kilos que has cogido durante las fiestas, recuerda que lo principal es que sigas una dieta sana y equilibrada, que podrás llevar a cabo siempre que en casa no te falten ninguno de estos alimentos.