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Hoy en día existen distintas opiniones en cuánto a lo que es mejor, si tomar leche entera o desnatada. A voz de pronto nos puede parecer que el hecho de consumir lácteos considerados light puede ser la opción saludable, ya que estos son bajos en grasas.

Todo alimento light, desnatado o rico en fibra está en auge hoy en día, ya sea por motivos estéticos o por motivos de salud,  ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes.

En los últimos años el hecho de recomendar la leche baja en grasa, ha estado ligada sobre todo a reducir los casos de obesidad, tan relacionado con enfermedades, e incluso al riesgo de mortalidad. Debido a todo esto, lo primero que se hizo fue poner remedio a la grasa ingerida en la dieta, pero teniendo en cuenta que no toda es la responsable del riesgo cardiovascular.

Debemos distinguir entre la grasa de origen animal como las carnes, la nata, la mantequilla o los embutidos y las grasas mono o poliinsaturadas como el aceite de oliva, la grasa del pescado azul o la grasa de los frutos secos. Estas últimas no se consideran precursoras de enfermedades cardiovasculares.

Por tanto, cuando hablamos de dietas bajas en grasas nos referimos a las grasas saturadas, ya que las grasas insaturadas tan frecuentes en nuestra alimentación mediterránea, nos ayudan a prevenir la obesidad y todas las enfermedades relacionadas con ella.

Después de explicar todo esto, lo más lógico sería pensar que a la hora de elegir la leche lo más razonable es que ésta fuera desnatada, pero existen diversos estudios que demuestran que elegir la leche entera no siempre está vinculado a una mayor incidencia de enfermedades.

•    Mohammad Y. Yakoob (Circulation, 2016) observó que el consumo de lácteos enteros se relacionaba con una menor incidencia de diabetes.

•    Susanne Rautiainen (Am J Clin Nutr.206) pudo constatar que los productos lácteos enteros se asocian con una menor ganancia ponderal, y por tanto, a un menor riesgo de sobrepeso y obesidad.

•    Mario Krats y sus colaboradores (Eur J Clin Nutr.2013) revisaron los hallazgos obtenidos hasta el momento sin hallar relación entre la grasa láctea y la obesidad o enfermedades cardiovasculares.

•    Drehmer M. y sus colaboradores (JNutr.2016) encontraros una relación inversa entre los lácteos desnatados y el síndrome metabólico.

La conclusión a la que llegan después de estos estudios es que se necesitan más investigaciones para comparar estos recientes hallazgos, por tanto la elección de una u otra será bajo una valoración personal e individual de la dieta de cada persona, basándose en las dolencias o necesidades especiales, y consultando a nutricionistas-dietistas si fuera necesario.

De padre sevillano y madre granaína, sevillana a fin de cuentas y trianera por adopción. Es técnico superior de Dietética y Nutrición. Como le gusta predicar con el ejemplo, mantiene una alimentación...