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Según un estudio, los españoles engordamos una media de entre 3 y 5 kilos en las vacaciones de verano.

¿Por qué ocurre esto? Evidentemente las vacaciones son para disfrutarlas, y en esta época del año abandonamos en cierto modo, los hábitos saludables que hemos adquirido durante el invierno.

Por lo general practicamos menos deporte, aumentamos el consumo de alcohol, grasas y dulces. No hacemos nuestras cinco comidas diarias, ni tenemos en cuenta la recomendación de beber suficiente agua al día, y muchas veces el líquido que ingerimos está sustituido por refrescos, cerveza y tintos de verano. Comemos más en la calle, y en la mayoría de los casos abusamos de las frituras.

Es normal que ocurran estas cosas, y en cierto modo no es perjudicial el hecho de saltarnos los buenos hábitos durante unos días, pero no sería adecuado excedernos en el tiempo. Por tanto quien tenga entre 15 días y un mes de vacaciones no debería abandonar sus buenos hábitos tanto tiempo. Una vez terminadas las vacaciones tendremos que volver a la rutina y retomar nuestra vida saludable.

Lo ideal sería aprovechar el tiempo libre para aumentar nuestra actividad física, se puede aprovechar que los días son más largos para realizar algún tipo de deporte. Es importante controlar todo lo que podamos, todos los días no tienen por qué ser de excesos, debemos ir compensado siempre que podamos.

Hay que tener presente que los kilos no se pierden con la misma facilidad con la que se ganan, así que tenemos que ser pacientes y obviar todas aquellas “dietas milagro” que nos prometen perder ese peso en un periodo de tiempo escaso.

Al volver de las vacaciones con esos kilos de más debemos poner en práctica una serie de puntos que llevados a cabo nos proporcionarán el volver a recuperar nuestra silueta en un periodo de tiempo que puede ser más o menos corto de una forma saludable.

¿Cómo perder los kilos de más después de las vacaciones?

– Comenzar o retomar una rutina de ejercicios diarios; que pueden ser desde ir al gimnasio, practicar algún deporte o salir a caminar.

– Cocinar todo con poca cantidad de aceite de oliva. Fuera fritos, las mejores formas de cocción serán a la plancha, al horno, al microondas, al papillote.

– Beber una buena cantidad de agua. Lo recomendable son unos 2 litros diario, pero en verano o al practicar deporte la cantidad debe ser mayor.

– Volver a comer de una forma más adecuada. Lo ideal es hacer unas cinco comidas diarias (tres principales y dos tentempiés), de esta forma repartiremos mejor las calorías diarias, y además evitaremos llegar a las comidas principales con demasiada hambre.

– Recuerda que la base de una alimentación sana es que ésta sea variada y equilibrada. Se debe evitar el alcohol, los dulces y la bollería industrial.

De padre sevillano y madre granaína, sevillana a fin de cuentas y trianera por adopción. Es técnico superior de Dietética y Nutrición. Como le gusta predicar con el ejemplo, mantiene una alimentación...