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De cara al verano, resulta más complicado cumplir con aquello de nuestras cinco comidas diarias; ya sea porque los días que estamos fuera de casa picoteamos más y peor, o por pasar directamente al almuerzo y la cena con demasiada hambre, echando a perder nuestros hábitos saludables.

Por ello en este artículo os voy a hablar de todos aquellos “snacks” que sí se pueden considerar saludables y permitidos en una alimentación sana y equilibrada, y que además podemos llevar con nosotros a la playa, a la piscina, al trabajo, o a cualquier lugar en el que por la circunstancia que sea debamos pasar muchas horas.

Las Frutas: Deben estar presentes en toda dieta equilibrada por su gran contenido en vitaminas, minerales, fibra y agua, por lo que además de saciarnos nos hidratan. Podemos llevar la clásica manzana o el plátano o tirar de fiambreras con melón, sandía, melocotón, cerezas…

Los frutos secos: En su justa medida, unos 20 ó 30 g, se consideran muy adecuados en una dieta sana y equilibrada, y no contribuyen a un aumento de peso. Se deben tomar crudos o tostados sin sal. Éstos nos aportarán proteínas y fibra contribuyendo a sentirnos más saciados.

Los panes con pipas, las tortitas de arroz, de maiz o de otro tipo de cereales…: Siempre que se prioricen las versiones integrales y sin sal, pueden ser un buen snack a media mañana y media tarde, ya que estos nos aportan hidratos de carbono y fibra, muy necesarios en nuestra alimentación.

Bocadillos de pan integral: Debemos elegir con mucho cuidado el contenido de éste, y el tamaño, dependiendo de la actividad física que tengamos elegiremos uno u otro. Ideas pueden ser, todo tipo de vegetales, lechuga, tomate, espárragos blancos, aguacate, pimientos…proteínas bajas en grasa y sal, como el jamón cocido, la pechuga de pavo, el queso fresco, atún al natural…

Frutas desecadas: Se deben consumir en su justa medida ya que éstas poseen un alto valor calórico como ocurre con los frutos secos. Son también una gran fuente nutritiva con vitaminas y minerales tales como el calcio, el hierro y el potasio ideales para niños y mayores. Además su gran contenido en fibra soluble, les confieren importantes propiedades laxantes.

Agua o infusiones frías: Para hidratarte lo mejor es que te ayudes de agua e infusiones, si eres muy cafetero puedes permitirte también más de uno al día (se recomiendan hasta tres). Los refrescos, zumos envasados y bebidas isotónicas (recomendadas para deportistas) mejor déjalos para ocasiones especiales.

No olvides que de vez en cuando puedes darte un capricho comiendo helado, galletas o chocolate (se puede consumir una onza de chocolate negro diario), pero si lo conviertes en algo habitual, además de sumar kilos podrás poner en riesgo tu salud con tanta grasa y azúcares, por ello acostumbrarte a comer sano y equilibrado en cualquier momento, lugar o circunstancia te ayudará a seguir siempre unos hábitos saludables.

Todas estas ideas, llevando a cabo la actividad física que más te guste y comiendo de forma equilibrada, se traducirán en un mantenimiento adecuado de tu peso y de tu salud a finales de verano.

De padre sevillano y madre granaína, sevillana a fin de cuentas y trianera por adopción. Es técnico superior de Dietética y Nutrición. Como le gusta predicar con el ejemplo, mantiene una alimentación...