De cara al verano la mayoría de las personas busca ese método perfecto que en poco tiempo le haga conseguir la ansiada figura ideal. ¿Quién no ha entrado en google esperando encontrar el milagro que le haga, por fin, perder esos kilos de más? ¿Quién no ha probado nunca la dieta de su amiga, su vecina o su cuñada?

Hoy en día existen infinidad de dietas en internet o muchas que pasan de boca en boca prometién-donos perder el peso deseado en un tiempo récord. Todas esas que conocemos como dietas milagro. La dieta de la alcachofa, la dieta de la piña, la del plátano, la del grupo sanguíneo, la de la lu-na…podría enumerar una infinidad y rellenar páginas enteras. Todas ellas prometen lo mismo, per-der mucho peso en muy poco tiempo.

Siento decir que es un grave error llevarlas a cabo, es verdad que pueden hacernos perder peso, pero poniendo en juego lo más importante que tenemos, nuestra salud. Este tipo de dietas causan trastor-nos metabólicos, alteraciones dermatológicas, provocan el conocido “efecto yo-yo” (recuperación del peso perdido en cuanto se deja la dieta, a veces incluso más), adquisición de malos hábitos ali-menticios, pérdida sólo de líquido y masa muscular en lugar de grasa, alteraciones a nivel neuropsí-quico (ansiedad, insomnio, irritabilidad…)

La mayor parte de las dietas milagro implican grandes sacrificios, y suelen eliminar alimentos muy necesarios en nuestra dieta diaria, privándonos de hidratos de carbono, proteínas, ácidos grasos esenciales, fibra, minerales, vitaminas…por tanto todas aquellas que nos priven de los nutrientes esenciales en nuestra alimentación deben descartarse inmediatamente.

Lo más importante a la hora de perder peso es que no nos lo tomemos como algo que hay que con-seguir en dos días y debemos hacerlo en el tiempo que sea necesario. Si adquirimos unos hábitos alimentarios adecuados, y realizamos ejercicio de forma regular, sin lugar a dudas lo conseguiremos, y además, lo que realmente es importante, lo mantendremos. Al hablar de ejercicio, es válido cami-nar, montar en bici, correr…no siempre es necesario acudir al gimnasio. Es cierto que existen algunas enfermedades que nos lo impiden o nos lo hacen mucho más difícil, pero según las cifras sólo la mi-tad de los individuos obesos presentan anomalías metabólicas, por tanto, para la mayoría es un reto relativamente fácil de conseguir.

Cuando queramos cumplir el propósito, es importante acudir a una persona especializada en el tema, ya sea médico o nutricionista. Ellos sabrán recomendar la dieta más adecuada atendiendo a la edad, el sexo, la estatura y, si existieran, patologías. Con sus conocimientos podrán corregir malos hábitos alimenticios y educarnos en una buena alimentación, la cual nos ayudará de por vida a mantener el peso adecuado. Debemos tener cuidado ya que hoy en día existe una gran cantidad de personas que nos hacen creer que tienen conocimientos y lo único que hacen es vendernos esos “milagros” con todos los problemas que ya hemos mencionado.

En resumen, debemos descartar todas aquellas dietas que nos ofrezcan resultados en muy poco tiempo ya que estaremos poniendo en riesgo nuestra salud. Tener el peso adecuado es cuestión de constancia, alimentación equilibrada y actividad física.

De padre sevillano y madre granaína, sevillana a fin de cuentas y trianera por adopción. Es técnico superior de Dietética y Nutrición. Como le gusta predicar con el ejemplo, mantiene una alimentación...