La semana pasada fue pródiga en noticias más o menos confirmadas sobre los problemas económicos que atravesaba el vestuario del Betis. Desde incentivos que antes se cobraban y ahora no, según reconoció Gordillo en una emisora de radio, hasta futbolistas importantes de la plantilla a los que se deben cantidades pactadas con Oliver.

 

Sevilla Actualidad. Pasando algunas mejoras de contrato prometidas por el ex consejero deportivo en sus últimos días de mandato que el actual consejo de administración duda en respetar. El caso es que van cuatro derrotas consecutivas, nueve goles encajados por solamente uno marcado y de penalti. Pero, sobre todo, existe la sensación de derrumbe de un equipo que firmó su mejor arranque liguero de la historia para después sumirse en una racha inédita en Segunda desde la temporada 1929-30.

Según apunta El Correo de Andalucía, en la prehistoria del fútbol encadenó el Betis cinco partidos seguidos: ante el Iberia, el Sevilla, el Sporting, el Murcia y el Deportivo. Por suerte, los rivales directos ayudan y el Rayo también falló en su visita a Tenerife (2-1), mientras que el Celta no pasó del empate a cero en Córdoba.

Mel no se lo explica

La cara de Pepe Mel lo decía todo a la hora de contar la película de los hechos. “Ahora no tengo explicaciones. Hay sensación de impotencia, aunque hay que buscarlas rápidas. Impotencia, incredulidad… Intentamos cosas y no salen. No ha sido nuestro día. Se cae esta mañana Juanma, estamos obligados a variar el sistema de la semana. El trabajo es el camino. A ver si mañana comenzamos a reconducir la situación. Hay que buscar soluciones, porque tenemos argumentos”, decía. “Hemos perdido la ventaja y la autoestima, jugamos con ansiedad y eso es lo peor. Perdemos alegría y cuando las cosas se vuelven en contra, cuestan”, ampliaba el madrileño.

Más. “No es el momento de buscar soluciones, ahora no. La derrota de Granada nos hizo daño y la estamos pagando. Tengo la misma cara que vosotros, cara de incredulidad. Es increíble tener el 1-1, fallarlo y que te metan el 0-2. Hay que aceptar las cosas y sacar conclusiones de todo lo malo. Las soluciones hay que buscarlas por el bien del club. A lo mejor la solución es cambiar al entrenador, pero no hay que ser tan tremendista. No es día de hablar de cambios. Trabajar, pues no queda otra”, seguía, asegurando que “hay que volver a ganar. Hay que acabar con esta dinámica perdedora porque la semana se te hace muy larga. Es algo que hay que cambiar ya. Hay que intentar hacer más cosas. Hemos intentando refrescar al equipo y nos ha salido mal. Hay que buscar soluciones y quedarse con las cosas malas. Intentar acabar con la sangría de goles encajados. Si queremos ascender no nos pueden marcar tantos goles. Es ahora una de mis preocupaciones”.

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