Tres puntos y punto. El Betis encadenó su cuarta victoria consecutiva ante un timorato Castellón que no supo aprovechar las dudas de los locales.
Ismael F. Cabeza. La noche presagiaba fiesta en verdiblanco. Se enfrentaban un equipo lanzado y otro que ve la permanencia como una quimera, pero la segunda división es caprichosa y el más tonto hace relojes, como bien dijo Luís Aragonés (siempre me había preguntado por qué le llamaban el «Sabio de Hortaleza» hasta que tomó el mando de la selección campeona de Europa y me conquistó). El Betis salió al ataque, como es costumbre en el equipo de Víctor Fernández, pero se encontró con un conjunto muy bien plantado sobre el césped que puso en dificultades a los pupilos del maño.
El Betis se puso pronto por delante con un gol de (quién si no) Jonathan Pereira. El gallego se ha hecho valedor de unos números que dan por bien empleados los euros invertidos en su fichaje. Gol del pequeño delantero, sufrimiento más que innecesario ante el colista de la categoría y gol postrero de Sergio García que certificó una victoria que coloca a los béticos en puestos de ascenso después de demasiado tiempo.
Entre gol y gol se desarrolló un partido plano, en el que el Castellón tuvo más protagonismo del que se esperaba pero sin llegar a inquietar en demasía a Goitia. Se respiraba un ambiente dividido entre el temor a que cualquier jugada desafortunada complicara el partido y la posibilidad de matar el partido en cualquier aproximación, algo que ocurrió tras la doble ocasión de Caffa que remachó a la red Sergio García llevando la tranquilidad a la grada al final del choque.
Tres puntos y poco más. Bienvenida sea la rutina de ganar por costumbre, se juegue bien o mal. Emaná no aportó nada, el centro del campo no funcionó (Mehmet Aurelio vio su quinta amarilla por lo que no estará ante el Girona) y arriba se perdonó demasiado (fallo clamoroso de Juanma en un mano a mano con el portero en las postrimerías de la primera mitad), pero los tres puntos se quedaron en casa y eso es lo importante.
El partido fue muy malo deportivamente hablando, los jugadores béticos demostraron por qué están en segunda (qué ganas tengo de que ascienda el Betis pero qué miedo me da hacer el ridículo en primera si no se hace una buena limpia) pero amarraron los tres puntos, que es lo que cuenta en esta categoría (¿para qué jugar bien y perder si el objetivo es salir del pozo?).
El Betis tiene que aprovechar las dudas de los rivales y asentarse entre los tres primeros. El sábado tiene una buena opción para ello. Quedan 21 puntos por disputar en Heliópolis y no se debe escapar ni uno. El resto habrá que lucharlo a domicilio. Nadie dijo que fuera fácil pero la senda es la correcta y alcanzar la primera división está difícil pero mucho más cerca de lo que se soñaba a finales de Enero cuando se rindió visita al Córdoba. La primera está ahí y la inercia es buena. ¿Por qué desaprovecharla?
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