Dos puntos más que volaron de Heliópolis y el ascenso se complica por momentos para los de Víctor Fernández. La jornada termina con el equipo octavo, a seis puntos del tercero (el Cartagena, que venció en Vallecas) y a diez puntos de Hércules y Real Sociedad.

Ismael F. Cabeza. El partido tuvo un desarrollo similar al del pasado domingo en Córdoba. El Betis salió muy concentrado, ejerciendo bien la presión y tocando el balón como le gusta a su entrenador. Pese a que el Hércules intentó hacerse con la pelota, los primeros cuarenta y cinco minutos fueron de los locales, transmitiendo muy buenas sensaciones a unos aficionados que hacía mucho que no veían a su equipo manejar así la pelota.

El gol de Sergio García (conseguido con algo de fortuna) hizo justicia a lo que estaba pasando hasta entonces sobre el césped. El Betis pudo haber conseguido algún gol más pero también Goitia (gran estado de forma el del cancerbero en los últimos encuentros) salvó el empate en los últimos minutos del primer tiempo.

Pero el gran problema de este Betis volvió a aflorar tras el descanso. La plantilla da la impresión de no estar bien trabajada físicamente y el bajón, al igual que ocurriera en El Arcángel, fue evidente. Y si el Córdoba tuvo grandes ocasiones pero no acertó, el Hércules es el mejor equipo de la categoría y no perdonó el empate con gol de Farinós (también con algo de fortuna). Incluso pudo llevarse los tres puntos en liza de haber decretado el árbitro (horrible como todos) un más que posible penalti cometido por Melli.

Un tiempo para cada equipo y mejor resultado para un Hércules que se mantiene a diez puntos de distancia y además gana el goal average particular a los verdiblancos. Los últimos minutos del partido fueron trepidantes. Los visitantes bajaron el pistón conformes con el empate y el Betis empujó como no había hecho en toda la segunda mitad. Esto provocó la tarjeta roja a Abraham Paz y un pitido final polémico en plena jugada de ataque del Betis, acción que desquició a Achille Emana.

El camerunés protestó de manera airada la decisión del colegiado de dar por concluido el partido cortando la jugada de ataque bética y fue expulsado. Es posible que le caigan varios partidos de sanción, algo que puede ser deterrminante para este Betis que no anda sobrado de efectivos en ataque.

Continúa la lucha. El Betis no termina de encontrar el camino pero el juego mostrado en la primera mitad debe seguir sirviendo de modelo de lo que tiene que ser un equipo que quiere ascender. Al menos sabemos a qué juegan y mientras duró la gasolina el fútbol  desplegado por los de Víctor Fernández fue más que aceptable. El aspecto físico tiene que mejorar sobremanera para que aumenten las opciones de ganar partidos.

El problema es que el margen de error para el Betis ya no existe, hay que sumar de tres en tres y no se puede permitir ni un despiste más. Ante el Recre sólo valdrá la victoria y así jornada tras jornada hasta la 42. Víctor Fernández ha traido el juego, sólo falta conseguir la forma física y una regularidad que permita dar alcance a los tres primeros, algo que a día de hoy se antoja complicado.
 

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