Tres puntos y paren de contar. El Betis actual, instalado en la más absoluta mediocridad a todos los niveles, no ilusiona al beticismo ni con las victorias. De la de ayer ante la U.D. Salamanca sólo puede extraerse como aspecto positivo los puntos, que quedaron en casa. El resto, el juego y la actitud de la plantilla, sigue sin convencer a nadie.

Ismael F. Cabeza. El conjunto de Tapia, con un once titular inédito (enésima probatura del cordobés), mostró los mismos errores que en anteriores ocasiones, con una salvedad, tuvo la suerte de cara. Si la ocasión de Toti en el minuto 40 se hubiera convertido en gol en lugar de rechazar su disparo el palo ahora con toda probabilidad estaríamos hablando de un nuevo desastre.

La primera mitad resultó insulsa, sin un dominador claro de la pelota, con más errores que aciertos y los porteros casi de meros espectadores del lamentable espectáculo que estaban ofreciendo sus compañeros. El 0-0 al descanso desató las iras de la afición (ya había recibido al equipo con pitos) y el abucheo generalizado fue acompañado por el abandono de sus asientos de los radicales de Gol Sur como protesta.

En cuanto a ocasiones en la primera mitad hay que destacar una falta rozando el palo lanzada por Hugo Leal y el mencionado disparo al palo de Toti. El Betis no disparó a puerta y Rivas, con una absurda tarjeta amarilla en el minuto 9 de partido, volvió a mostrarse dubitativo al comienzo aunque en la segunda parte se entonó y completó un partido sobrio y sin grandes fallos, algo de agradecer teniendo en cuenta a lo que nos tiene acostumbrados la zaga verdiblanca.

En la segunda mitad el Salamanca salió entonado, el Betis no consiguió hacerse con el control del juego en ningún momento y sólo a balón parado consiguió adelantarse en el marcador. Corner botado por Juan Pablo caffa y gol de cabeza de Carlos García en el primer disparo a puerta de los locales en todo el partido. Tras el gol el Salamanca quedó tocado, algo que intentó aprovechar el Betis. El cuadro local dispuso de varias ocasiones en las botas de Caffa (fallo garrafal del argentino al intentar regatear al defensor cuando se encontraba mano a mano con el portero) y Juanma, pero el Salamanca también tuvo sus opciones con disparos de Laionel y Cuéllar.

El marcador no se movió y, en una nueva demostración del despropósito bético, Dani en el descuento (entró en el lugar del nuevamente lesionado Juanma) no acertó con la portería a pase de Sergio García y sin portero.

En resumen, mal partido del Betis pero los tres puntos al menos se quedaron en Heliópolis, objetivo único del equipo en estos momentos. Es hora de olvidar el buen juego y sumar de tres en tres, única vía para alcanzar los puestos de ascenso. Antonio Tapia, pese a la victoria, parece sentenciado y si aún se sienta en el banquillo bético es porque el club no ha encontrado un entrenador que acepte las condiciones de Lopera.

El equipo no ilusiona, no juega a atacar ni a defender, no existen los apoyos, no se sabe a qué juega y sólo jugadas aisladas como la del gol ayer pueden evitar que estemos hablando de un nuevo ridículo bético.

El próximo Domingo ante el Levante los de Tapia tendrán una nueva oportunidad de enderezar el rumbo como visitante. La afición bética sigue mostrando su desencanto con los gestores del club y sólo un cambio radical a todos los niveles podría devolver la ilusión a unos seguidores que están hartos de Lopera y compañía. Al menos ayer se consiguieron los tres puntos, que no es poco en el actual estado de cosas en la casa verdiblanca.

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