Después de estar demasiado tiempo fuera de los puestos de ascenso, el Betis se ha colocado tercero tras una justa victoria ante el Nástic de Tarragona.

Ismael F. Cabeza. El partido comenzó entretenido. El conjunto catalán sabía que si se encerraba en su área iba a tener pocas posibilidades de sacar algo positivo en su visita a Heliópolis y por eso se plantó sobre el césped con descaro y buscando la meta rival. Eso hizo que ambos equipos tuvieran un par de ocasiones más o menos claras antes de que el colegiado (todos son muy malos) pidiera su cuota de protagonismo en el partido expulsando de manera más que rigurosa al ex-bético Mingo.

A partir de ahí y pese al oficio tarraconense el Betis se fue haciendo dueño del juego. Ello se tradujo en el gol de Mehmet Aurelio. El turco, quien pese a no estar ni de lejos al nivel que mostraba antaño es sin duda el mejor centrocampista del Betis, cazó un balón suelto en el área pequeña para adelantar al conjunto local en el marcador. Sólo habían transcurrido ocho minutos desde la expulsión de Mingo.

La segunda mitad se preveía fácil y así fue. Los goles de Sergio García y Emana (enchufadísimo el camerunés, a ver cómo vuelve de la copa de África) permitieron que la afición disfrutara de un plácido final de encuentro y, una vez más, no olvidara mostrar su desacuerdo con la gestión de Lopera. Las victorias no van a hacer cambiar de opinión a una afición que ya sea en primera, segunda, tercera o Champions no quiere a quienes están dirigiendo al club de forma tan nefasta.

Hay que resaltar un par de claves del encuentro. En primer lugar, la acertada alineación de Tapia. Aunque a toro pasado pueda sonar fácil decirlo, el hecho de colocar a Juanma y Nacho en las bandas apoyando el trabajo que en el centro hacían Mehmet Aurelio e Iriney proporcionó al conjunto verdiblanco un equilibrio que le hace ganar enteros. No podemos saber qué hubiera pasado si no hubiese jugado tantos minutos el Nástic con un jugador menos pero que el Betis se está mostrando cada vez más fuerte en su estadio es innegable.

En segundo lugar hay que destacar a Emana. En lo poco que lleva jugado en esta temporada ha demostrado que es un jugador diferente y que su implicación puede ser fundamental para conseguir el ascenso. Habrá que ver cómo regresa de la copa de África.

Con esta victoria y tras varios intentos frustrados el Betis regresa a los puestos de ascenso. El próximo Domingo ante la Real Sociedad tiene una buena oportunidad de dar un golpe en la mesa para instalarse de manera estable entre los tres primeros.

Para ello el equipo deberá mejorar mucho el mediocre rendimiento que está ofreciendo fuera de casa. A los buenos resultados en Heliópolis hay que empezar a sumarle una mayor eficacia foránea. Si se consigue, y sin que quepa la menor duda visto el nivel que hay en segunda (muy bajo digan lo que digan), el Betis estará celebrando el ascenso en junio.

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