La llegada de un posible entrenador, la visita del Real Madrid, y las salidas y entradas de jugadores copan la actualidad del conjunto verdiblanco.
El Real Betis tiene ante sí una semana que bien marcará el devenir del conjunto verdiblanco de aquí a final de campaña. Superado momentáneamente el bache deportivo cosechado tras las derrotas ligueras consecutivas, merced al empate en Villarreal, es hora de cerrar orificios por los que pueda naufragar la entidad.
El primero de ellos, la posible llegada de un entrenador, centra probablemente gran parte de los esfuerzos extradeportivos de la institución, que visto el buen rendimiento y el golpe de efecto del interino Juan Merino-como ya hiciera también el pasado año tras la marcha de Julio Velázquez-, así como la lentitud que están tomando las negociaciones con Juande Ramos, se ha convertido en un buen quebradero de cabeza de los máximos mandatarios del cuadro verdiblanco.
Por otro lado, y esta vez bajo la batuta del actual director deportivo heliopolitano, Eduardo Macía, está quedando certificada la marcha de jugadores con los que no se cuenta; algo que bien podría haberse hecho antes evitando quizás el excesivo peso de plantilla con los que hubo de trabajar Mel. La venta de Rennella al Real Valladolid, la liberación de Matilla o Jordi Figueras-que ha emigrado a tierras turcas- ya son realidades.
En último lugar, y no menos importante, el plano meramente deportivo. Y es que el Real Betis recibirá esta domingo(20.30 h) en el Benito Villamarín a todo un Real Madrid que tras la llegada de ZinedineZidane como entrenador madridista, ha logrado cambiar drásticamente la imagen del cuadro merengue. Un técnico, el francés, que no podrá contar con Gareth Bale-quién estaba en un momento de forma admirable-, así como previsiblemente con su compatriota Karim Benzema, aquejado de un golpe.