Tras el partido que la selección camerunesa disputará el sábado en Marruecos, valedero para la clasificación del Mundial de 2010, Emaná, junto al resto de sus compañeros, tiene una recepción oficial con el presidente del país. En ella celebrará la esperada clasificación para la cita mundialista para el próximo año que ha rechazado para volver a Sevilla antes.
Guía Blasco. El centrocampista bético, en un acto impropio poca veces visto desde que está en el Betis, ha renunciado a dicho encuentro con su presidente para llegar antes a Sevilla. Si acudiera a dicho acto, difícilmente estaría de vuelta en la ciudad hispalense antes del miércoles.
El jugador bético pretende estar en la ciudad el domingo para ponerse a diposición de Tapia. Y sometese al plan de entrenamiento que se está llevando a cabo para que el equipo se sitúe en los puestos altos de la tabla. El técnico baenense será quien decida si Emaná juega el partido frente al Celta de Vigo o por el contrario, si se queda fuera de la lista de convocados.
Antonio Tapia valoró el ofrecimiento de Emaná como un «gesto interesante», esperando que modifique su actitud y mejore su imagen, la cual ha deteriorada a base de conflictos sin sentido y un comportamiento nada ejemplar fuera de los terrenos de juego.
Lopera recurre la sentencia de los villancicos
El máximo accionista del Betis Manuel Ruiz de Lopera ha recurrido la sentencia que absolvió a 23 aficionados béticos por presuntos insultos y amenazas de muerte, en el juicio celebrado, el pasado 3 de noviembre en el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla.
A la salida de los juzgados, Manuel Castaño, el letrado del presidente se expresaba así: «Ya se ha recurrido la sentencia, dado que había pruebas de cargo suficiente para enervar el derecho a la presunción de inocencia que amparaba a los denunciados», explicó el letrado de Lopera. Igualmente, «se han practicado pruebas en la vista oral» del caso, «que son, además, pruebas de cargo».
El caso se remonta al 23 de diciembre del año pasado, después de que un grupo de seguidores heliopolitanos se manifestara ante el domicilio de Lopera, en la sevillana calle de Jabugo, cantando unos villancicos de tono irónico en los que ponían de relieve su malestar, por el estado en el que se encuentra el club verdiblanco.
En su denuncia, la acusación se apoyó en el contenido del artículo 620. 2 del Código Penal, que atañe a los que causen a otro «una amenaza, coacción, injuria o vejación injusta de carácter leve, salvo que el hecho sea constitutivo de delito». Por tal motivo, y tras retirar los cargos para ocho de los denunciados en principio, al no estar registrados en el atestado policial que se levantó en el lugar donde se produjeron los hechos, solicitó para los 15 restantes aficionados una multa 15 días a razón de 20 euros por día.