betis alaves

Sufrido, trabajado y peleado. Así ha conseguido el Real Betis un triunfo en un campo en el que el Alavés contaba sus últimos choques por victorias. El Betis estuvo efectivo de la mano de sus dos delanteros y solvente atrás. Aunque el Alavés se lo puso muy complicado.

Tres puntos en que apuntalan de manera sólida la candidatura verdiblanca para ser el primer equipo que el año que viene esté en Primera división.

El encuentro empezaba movido y con los verdiblancos muy arriba. Antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora de choque, una buena salida de balón de Jorge Casado propiciaba que Rubén Castro tuviera toda la visión del mundo para ver el desmarque de Molina. El canario tuvo la pausa suficiente para esperar que su compañero tuviera la ventaja en la carrera y cuanto la tuvo, le dio una asistencia con el exterior que el ‘19’ no desperdició. Aguantó las acometidas del defensa y definió con la calidad habitual para continuar con su idilio con el gol.

Al Betis le duró poco el estado de bienestar en el que se había hospedado porque el Alavés empezaba a ganarle terreno. Primero era solo el dominio de la pelota, algo que no importaba a los verdiblancos porque no sufrían ninguna inquietud sobre su portería. Pero posteriormente empezó a tener ocasiones. En el minuto 31, Adán aparecía a la salida de un córner cuando Manu remataba en el área pequeña. Tremenda la parada del meta verdiblanco. Esta acción era la más clara para el Deportivo Alavés y servía de inicio de las acometidas blanquiazules. Al ímpetu local se le unían las rápidas pérdidas de esférico que tenían los de Mel. El Betis retrasó las líneas por temor al empate. Bien es cierto que el Alavés no volvió a tener ninguna clara pero las jugadas de ataques siempre finalizaban en el área verdiblanca por lo que el peligro estaba constantemente rondando. El descanso le venía muy bien al Betis.

El Alavés marcaba el mismo ritmo que en la primera mitad en la reanudación. El Betis tenía problemas para juntar líneas y Mel optó por modificar el sistema. Dani Ceballos entró en el campo por Kadir buscando tener más presencia en el centro del campo y conseguir acaparar más cuota de posesión. Justo después del cambio Molina estrellaba un disparo en la escuadra de la portería de Goitia.

El partido entró en un ir y venir. Juego que no beneficiaba al Betis pero también era positivo que el conjunto bético empezaba a tener presencia en ataque, como el disparo que firmaba Rubén en el 68 que apunto estuvo de sorprender a Goitia en el primer palo. En esta ocasión el ‘24’ no estuvo fino pero no volvería a pasar. Dos jugadas más tarde, Rubén trazaba una diagonal a un pase de Portillo pero era derribado justo en la frontal por Unai Medina. El propio Rubén se encargaba de lanzar la falta y sacó el ingenio para marcar el segundo. Cuando Goitia daba el pasito a la derecha para proteger el lado contrario, el canario le pegaba raso, con el interior, al palo que dejaba libre el meta vasco. Parecía que tiraba un penalti el delantero verdiblanco haciendo el segundo para los suyos.

Pero el Deportivo Alavés no se iba a rendir. Casado salvaba un gol que ya se empezaba a cantar en la grada cuando Manu se preparaba para rematar a puerta vacía. El Betis también tuvo alguna jugada con peligro pero iba a ser el cuadro local quien iba a cortar distancia con el gol de Toti. El Alavés sorprendía sacando una falta de forma rápida y esta vez no perdonaba. Faltaban 10 minutos para el final y Molina y Ceballos pudieron poner el punto y final al encuentro pero ninguno estuvo acertado para marcar.

Mel seguía moviendo el banco e introducía a Héctor Rodas por Molina, antes había hecho lo propio con Vadillo por Portillo. El Alavés puso toda la carne en el asador en los minutos finales y volvió a aparecer Adán. Parada que valen puntos cuando se cumplía el 90’. El partido acababa con un remate de Barreiro y un despeje de Molinero en un córner. El Betis conseguía una victoria sufrida y tres puntos para seguir invicto y consolidarse aún más en lo más alto de la tabla.