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Lo que parecía una plácida tarde en el Villamarín terminó con los béticos pidiendo la hora, los de Velázquez pasaron ciertos apuros en los últimos minutos del encuentro en los que el Numancia tuvo opciones de empatar.

Dos goles de Rubén Castro, uno de penalti, le bastó al Betis para premiar a los 31.000 seguidores que pese al calor asistieron al estadio para ver estrenarse a su equipo en casa. Un partido lleno de emociones en el que se recordaron, como es tradición, a los béticos desaparecidos este año, entre ellos, el socio número uno de la entidad bética Manuel Guerrero Carballo.

En lo deportivo, el Betis tuvo que aumentar su esfuerzos para mantener la balanza a su favor, ya que el Numancia no bajó los brazos en ningún momento y buscó a la desesperada el empate.

Pareció que los locales iban a tener una plácida tarde en lo deportivo, que no en lo meteorológico por el fuerte calor, pero el empate del Numancia a uno a los 21 minutos les desorientó mucho y sufrieron hasta que en la fase final del choque Rubén Castro, autor de los dos tantos, metió el segundo de penalti y cerró el encuentro.

Julio Velázquez repitió el once titular que usó en Sabadell y tan sólo a los cinco minutos, Cejudo se aprovechó de la adelantada defensa visitante para meterle un buen pase en profundidad a Rubén Castro que batió a Ribas sin problemas. El subidón del gol precoz empujó a Jorge Molina de nuevo al área soriana pero esta vez el meta del Numancia estuvo avispado y evitó el 2-0.

Buenos primeros minutos para el equipo local que anuló a los de Anquela durante los primeros 20 minutos del encuentro. Fue cuando el Numancia aprovechó una contra y el ex bético Isidoro sacó en profundidad un saque de banda que remató Palanza dentro del árra chica con la defensa bética de espectadora.

Fue entonces cuando el conjunto soriano comenzó a meterse en el encuentro y la incertidumbre se apoderó del Betis. No favoreció a los verdiblancos el hecho de que Velázquez se viera obligado a hacer dos cambios, uno de Alex Martínez por lesión y el otro de Molinero por no disponer de camisetas suficientes tras mancharse la suya de sangre.

Durante la segunda parte, el Betis mejoró y se apoderó de nuevo del control del juego. El Villamarín volvió a vibrar cuando Kader empujó en el área a Rennella y el árbitro señaló un penalti que transformó Rubén Castro. A partir de ahí, el Numancia empezó a luchar con uñas y dientes por el empate que finalmente no llegó.

Licenciada en Periodismo por la US. Sus primeros pasos fueron como reportera y locutora para los informativos locales. En prensa escrita sus informaciones se han seguido en Estadio Deportivo y en ElDeporteFemenino.com....