Matilla san pedro

El centrocampista toledano ha atendido a los medios en la concentración de San Pedro del Pinatar para explicar sus sensaciones en este inicio de pretemporada con ideas renovadas.

Matilla es consciente de que el primer paso para realizar una exitosa campaña es olvidar los sinsabores pasados. “Todos queremos hacer borrón y cuenta nueva. Fue un mal año para la plantilla. Las energías y la ilusión están renovadas. Queremos demostrarlo partiendo de cero. Ahora llega una nueva etapa en la que debemos coger fuerzas para lo que va a ser la temporada. Esperemos que sea una campaña bonita”.

El centrocampista verdiblanco, tras completar una buena primera parte de la campaña pasada, se convirtió en un jugador infrautilizado tanto para Garrido como para Calderón, pero en esta ocasión espera que las cosas sean diferentes con Julio Velázquez, por lo que dice haberlo “olvidado” todo y sentirse “con muchas ganas”.

En este sentido, ha confesado que el nuevo entrenador habló con él en Sevilla para pulsar sus sensaciones, su manera “de ver el año y lo que había pasado antes”. Fue el paso previo a la concentración en San Pedro del Pinatar, donde el trabajo está siendo duro, tal como describe el propio jugador: “En estos primeros días hay mucha intensidad en los entrenamientos. Hay gran parte física para cargar las pilas después de las vacaciones, pero el equipo la está asumiendo bien. Las piernas están un poco cargadas, pero nada fuera de lo normal. Las sensaciones están siendo bastante positivas”.

Satisfecho de las buenas sensaciones que dejó el equipo en el primer duelo de pretemporada, Matilla ha resumido los preceptos fundamentales de Julio Velázquez, los cuales ya pudieron verse ante el Brighton. “La primera idea que nos inculca el míster es que el equipo haga una presión alta siempre que se pueda. Cuando haya pérdida de balón quiere que se apriete fuerte para robar pronto, Quiere que estemos siempre bien colocados, presionando arriba para salir con rapidez”, ha explicado.

El 4-4-2 con el que trabajó ayer el técnico salmantino no es problema para el mediocentro manchego, que según asegura es capaz de adaptarse “bien a cualquiera”, recalcando que “las funciones son las mismas, solo que va variando la zona de situarse”.

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