Amaya

Antonio Amaya es la voz autorizada del vestuario elegida para pronunciar las primeras palabras de la plantilla tras la llegada de Calderón, dejando claro que el grupo confía plenamente en el nuevo entrenador.

Entre líneas pueden interpretarse algunos de los motivos por los que el anterior técnico no ha triunfado en el Betis. El central verdiblanco que el carácter del nuevo míster es más adecuado para el estado anímico de la plantilla. “Esperemos que todos los cambios sirvan y el viernes podamos sacar los tres puntos en Balaidos. Garrido era un técnico serio y no ha tenido suerte, ahora con el míster argentino, que es un poco más divertido, estamos todos con él”. Además, el madrileño ha añadido que comprende los cambios que ha realizado el club. “Cuando las cosas no salen, el club tiene que tomar decisiones. Ha pasado dos veces con los entrenadores esta temporada. Esperemos que este cambio sea positivo”.

Amaya ha explicado que el método del nuevo entrenador ya está calando en la plantilla. “Calderón tuvo un gesto. Estábamos calentando, hubo gente que silbó y el míster habló con ellos. Nos sorprendió y nos refuerza porque no nos gusta que nos insulten. Nada más llegar Calderón nos dijo que no quería vernos apagados. Transmite alegría y tenemos plena confianza en él”.

Lógicamente la huida de Rubén Castro tras el cambio ante el Real Madrid no ha sentado bien en el vestuario, pero ha desvelado el defensor verdiblanco que todo está olvidado y que confían en los goles del canario. “Creo que él no se dio cuenta. Le apoyamos, porque Rubén es un jugador importantísimo. No nos gustó que no estuviera en la reunión del vestuario, pero él ha pedido disculpas y nos tiene que ayudar metiendo goles, que es lo que tiene que hacer. Ha sido siempre uno de nuestros artífices. Este año, con la lesión, no ha tenido suerte, pero estoy convencido de que va a realizar una gran segunda vuelta y va a hacer muchos goles importantes para nosotros”.

Para revertir la situación, hay una palabra que resalta en el discurso de Calderón y la plantilla. Se trata de la unidad. “Tenemos que hacer una piña; los jugadores lo estamos pasando realmente mal. Si el viernes venimos de Vigo con los tres puntos vamos a creer de verdad en la salvación”.

En este sentido, Amaya reconoce que no han ayudado las ideas de Garrido de aguantar en el centro del campo tras los partidos, la cual ha creado una inoportuna división en el vestuario. “Fue una decisión acertada la primera vez, creo que nos ayudó. Es cierto que la gente nos abucheó al principio, pero luego nos dio todo su apoyo. No lo hicimos el otro día porque entendimos que no ofrecimos nada a la gente durante el partido”.

Con tanto en juego, el central verdiblanco no quiso pronunciar ni una palabra de su contrato, el cual expira en junio de este año. “No pienso en eso, soy jugador del Betis y sólo tengo en la mente ayudar al equipo para que salga de esta situación cuanto antes”.

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