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El Betis se ha clasificado para los octavos de final de la Copa del Rey con una imagen pésima ante un Lleida que consiguió remontarle dos goles y poner en jaque a los locales durante toda la segunda parte

Este Betis debe mejorar mucho con vistas al vital encuentro ante el Almería. El ensayo general comenzó de forma muy positiva pero sufrió un giro inesperado que debe invitar a la reflexión. El Lleida fue capaz de levantar un 2-0 cuando el partido parecía resuelto y el Betis incapaz de reponerse a los obstáculos.

Garrido apostó por un once titular que, con matices, bien podría ser la base del que buscará despedir el año con un triunfo más que necesario. Y la cita de esta noche ha servido para intentar seguir dando pasos en el guión de juego que pretende implantar el entrenador y al mismo tiempo poner de relieve aquellas facetas en las hay que seguir trabajando.

El equipo salió a enchufado, consciente de que se lo debía a sí mismo y a la afición. Dominó y buscó la portería de un Lleida, cuyo planteamiento inicial era agapazarse en su área y buscar el peligro a la contra. En el 1’ llega el primer disparo, de Juanfran, y el posterior intento de Salva tras el rechace del portero. Las buenas intenciones eran evidentes.

El Betis combinaba, abría a banda y buscaba con ahinco abrir la lata. Lo hizo pronto. Paulao puso el 1-0 de cabeza a saque de esquina botado por Salva. El Betis vivía en el área rival y las ocasiones se sucedían. El propio Salva estrelló un balón en el poste en un disparo desde 20 metros. Fue el preludio del segundo tanto local. Rubén recibe en el área y al no encontrar hueco se la deja de cara a Amaya que se saca un zurdazo del alma para poner un 2-0 que invitaba al optimismo. El 3-0 pudo de llegar de varias manera pero lo mereció especialmente Juanfran en el 23’ con una preciosa vaselina que sacó bajo palos Barreda.

Cuando el partido parecía controlado reaparecieron viejos fantasmas. El Lleida se vino arriba y puso en jaque a un Betis, que se se desmorona defensivamente con demasiada facilidad. El equipo, como si de un castillo de naipes se tratase, se desmoronaba con un par de soplidos. El primero llegó cuando Mata intercepta un balón en la frontal del área bética y solo la manda fuera. En el 38’ Monforte saca una falta lateral que no toca nadie y entra sin oposición. El Lleida empezaba a creérselo y el Betis a dar síntomas de debilidad.

A la vuelta del descanso no mejoró el panorama en verdiblanco y el Lleida volvió a aprovechar un desajuste defensivo del Betis para poner las tablas. Mata recibe un pase vertical dentro del área y la cruza al palo largo. El Betis no logró recuperar su mejor cara, aquella que sí dio en la primera media hora de partido. Los nervios eran evidentes y el Betis se perdía en la falta de ideas. Y ni siquiera los cambios efectuados reactivaron a un equipo que ahora, más que nunca, necesita a su afición.

Para colmo, el Betis perderá ante el Almería a uno de sus pilares en defensa como es Antonio Amaya, quien se retiró en el minuto 28, a causa de una contractura en el cuádriceps de la pierna izquierda, dejando al equipo en una situación delicadísima.

Ficha del partido:

Real Betis: Sara, Steinhöfer, Paulao, Amaya (Didac 28′), Nacho; Nono, Salva Sevilla; Juanfran (Lolo Reyes 61′), Verdú (Vadillo 70′), Rubén Castro y Molina

Lleida: Nuñez, Aldalur, Mario (Imaz 75′), Carlos Barreda, Raúl Fuster; Bosch, Molo; Chupe, Monforte (Miramón 70′), Osado (Didac 82′) y Mata, Nono (92’)

Goles: 1-0 Paulao (5’). 2-0 Amaya (10’). 2-1 Monforte (38’). 2-2 Mata (54’)

Árbitro: Undiano Mallenco. Mostró cartulina amarilla a Barreda (14’), Paulao (66’), Vadillo (80’), Molo (80’), Nacho (81’)

Crónica facilitada por el Real Betis Balompié.

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