Vadillo

Tras una buena primera parte, en la que logró igualar el primer tanto realista, el Betis se desvaneció en la segunda mitad para encajar una manita que hace honor al estado de descomposición del equipo.

La cotidianeidad del Betis durante los últimos meses provocó que el equipo saliera perdiendo casi desde el inicio. Salió valiente y decidido a atacar desde el comienzo y llegando a las inmediaciones del área con cierto peligro, pero los espacios dejados atrás le bastaron a la Real Sociedad para adelantarse en el marcador a los cinco minutos. Fue en una perfecta contra, conducida por Rubén Pardo, a quien nadie supo frenar, por lo que el realista no tuvo excesivas dificultades para divisar el agujero de la defensa verdiblanca y deslizar la pelota hacia el desmarque de Agirretxe, que elevó el balón por encima de Andersen y adelantó a su equipo.

Dado el pésimo estado de confianza en que el Betis se encontraba, el gol anunciaba una debacle que, sin embargo no apareció, porque los pupilos de Juan Carlos Garrido mostraron la personalidad añorada desde hace semanas. Muy versátil con Verdú a veces de interior, otras de extremo y oscilando entre el 4-3-3 y el 4-4-2, el conjunto verdiblanco comenzaba a crear peligro con asiduidad, ayudado por las facilidades locales. El partido se hacía de ida y vuelta, con ocasiones para ambos lados, pero fue Vadillo el más determinante en ese tramo. Su cambio de banda, hacia la izquierda sembró el pánico en la defensa realista. Y en una de éstas, tras una buena incursión sirvió el balón en bandeja a Jorge Molina para empatar el encuentro.

La igualada acentuó aun más la verticalidad del partido. Las ocasiones en ambas bandas recordaron y mucho al encuentro de la temporada pasada, con la salvedad de que la efectividad ya no brilla como antaño en el Betis. Andersen mantenía al Betis en el partido, mientras que los palos y alguna que otra imprecisión en los hoy verdinegros les impidieron marcharse por delante en el descanso.

Más allá del resultado, lo positivo al término de los primeros cinco minutos era comprobar que el Betis tenía vida, que era mucho más que lo ofrecido ante el Rijeka, con capacidad de sorpresa, pese a que las desaplicaciones no dejaban de existir. Había posibilidades en el partido y era una noticia a celebrar en medio de la depresión instalada. Lo triste era que la reanudación inhabilitaría todo lo expuesto en estas líneas.

Cuatro goles en cuarenta y cinco minutos derrumbaron todas las esperanzas depositadas tras la primera parte. Cuatro goles que volvieron a evidenciar todos los defectos del Betis y soterraron todas las virtudes, casi todas en ataque, para reanudar la debacle que se esperaba tras el primer gol y que Jorge Molina aplazó hasta la segunda parte, en la que los hombres de Juan Carlos Garrido regresaron a su imagen habitual, la del colista de la categoría.

Porque la Real Sociedad es un equipo poderoso. Quería ganar su cuarto partido consecutivo y entendió debía salir en tromba en la segunda mitad y tras un par de acercamientos, llegó el gol a la salida de un corner que remató Ansotegi, abriendo el manual de descomposición en el Betis. Se olvidó de defender y se olvidó de atacar. Toda la fortaleza mental se había gastado en la primera parte y ya no sería capaz de competir ante un equipo de Primera División. Cinco minutos después, Griezmann amplió la cuenta tras un centro de Vela, quien campaba a sus anchas por todo el centro de ataque.

Jorge Molina con un remate al larguero, el segundo que el alcoyano mandó a los palos de Anoeta, mantuvo un halo de esperanza que no fue tal porque Agirretxe materializó su doblete poco después. Ni los cambios de Garrido sirvieron, ni la actitud de sus jugadores respondió. El desvanecimiento fue completo y Xabi Prieto redondeó la manita a cinco minutos del final para desgracia de los aficionados béticos, auténticas víctimas del despropósito en que se ha convertido su equipo.

Hundido en la tabla, y sin capacidad de competir al menor revés. Así es este Betis, al que únicamente el mercado de invierno y la esperanza que sembró en la primera parte pueden salvar de un descenso que sería catástrofico para un club cogido con alfileres.

Ficha técnica

Real Sociedad: Bravo, Carlos Martínez, Ansotegi, Íñigo Martínez, José Ángel, Markel Bergara, Rubén Pardo (Elustondo 75’), Carlos Vela, Xabi Prieto, Griezmann (Chori Castro 79’) y Agirretxe (Seferovic 71’).

Real Betis: Andersen, Chica, Paulao, Amaya, Nacho, Vadillo (Salva Sevilla 71’), Nono (Juanfran 60’), Lolo Reyes, Verdú (Matilla 72’), Rubén Castro y Jorge Molina.

Árbitro: Mateu Lahoz, valenciano. Amonestó a los realistas Xabi Prieto, Íñigo Martínez, Ansotegi y Griezmann; y a los béticos Amaya y Jorge Molina.

Goles: 1-0 (5’) Agirretxe; 1-1 (19’) Jorge Molina; 2-1 (54’) Ansotegi; 3-1 (61’) Griezmann; 4-1 (67’) Agirretxe; 5-1 (84’) Xabi Prieto.

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