Chuli Guimaraes

La Europa League ha devuelto al Betis la confianza en sí mismo. Tras el cruel varapalo de Málaga, el fútbol ha hecho justicia y en el último suspiro sumó tres puntos de oro gracias a un genial pase de Verdú que Chuli mandó a la red.

Con ocho puntos es líder en solitario de su grupo y da un paso de gigante para pasar a la siguiente ronda. Los de Mel se presentaron en el Afonso Henriques como un equipo concienciado de la importancia del encuentro, incluso más allá de los puntos en juego. Muy serio y concentrado durante los primeros 25 minutos, llevó el peso del encuentro y demostró personalidad y solidaridad.

Era un Betis reconocible. Presionaba la salida del balón de Vitoria de Guimaraes y explotaba las bandas con velocidad. Juan Carlos se mostró muy activo por la izquierda y Vadillo se convirtió en el dueño y señor de la banda derecha provocando más de un quebradero de cabeza a Addy. En la medular Nono y Verdú aportaban criterio al equipo escoltados por un sólido Xavi Torres.

El Betis tenía claro el guión: las rifas de balón estaban prohibidas. Lo puso en práctica durante buena parte de la primera mitad. Controlaba y, de hecho, el rival sólo mostraba peligro a balón parado o con algún disparo lejano del potente Maazou.

El Betis, por su parte, forzó media decena de corners y tuvo en un trallazo de Juan Carlos desde fuera del área en el 26′ su oportunidad más clara para hacer justicia a lo visto hasta ese momento sobre el rápido terreno de juego. Sólo faltó el gol para poner la guinda al buen juego verdiblanco en esos primeros compases. El meta local Douglas, pese a todo, fue poco probado por la delantera bética. Braian no escatimó esfuerzos en la pelea pero no estuvo afortunado.

El Vitoria no podía permitir el dominio visitante y trató de estirarse. Pasada la primera media hora las fuerzas se equilibraron y Mazzou lo intentó con un disparo lejano despejado a saque de esquina. Con unos últimos minutos más abiertos se llegó al descanso con buenos sensaciones pero con tablas.

La reanudación fue casi un calco del primer acto. El Betis salió muy metido, mandón y buscando la chispa de Vadillo. Precisamente, el canterano puso un balón de oro a Jorge Molina, que en la primera que tuvo casi la manda dentro. Pero Douglas hizo su trabajo. La entrada del alcoyano revolucionó el ataque bético. Un minuto después casi llega a cazar un remate de cabeza de Caro a la salida de un corner. Acto seguido, los verdiblancos trenzaban la mejor jugada del partido. Verdú sacó el tiralíneas en una acción iniciada por Nono que no pudo finalizar por muy poco el omnipresente Molina. Respondió el Vitoria con una internada de Barrientos a cuyo centro no llegó Maazou por lo pelos. Susto para Andersen.

Pepe Mel fue a por todas. Sacó a Chuli y a Cédric cambiando por completo el tridente ofensivo debido al enorme esfuerzo realizado por Juan Carlos y Vadillo. El Betis no se rindió. El Guimaraes, lejos de intentar disputarle el balón al Betis, se encomendó a las contras. Los verdiblancos no perdieron la fe y en el último suspiro un magistral pase de Verdú fue aprovechado por Chuli para poner justicia en el marcador.

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