Siempre es difícil escribir la crónica de un partido que ha perdido el Betis. Más aún si el protagonista de la derrota es el árbitro.
Pero el colmo de la injusticia es contemplar cómo, tras hacer un buen partido y haber sido mejor que el conjunto local en varias fases del partido pese a jugar con uno menos desde el minuto quince, el resultado final es 3-0.
El espectáculo de Muñiz Fernández empezó pronto, con una falta de Amaya a Soldado en el borde del área que el árbitro -es más, ¿para qué está el árbitro asistente?- convirtió en penalti. Y no solo eso. Amaya no era el último defensa; Ángel seguía la jugada desde muy cerca y estaba más adelantado, pero ello no fue óbice para que Amaya viera la tarjeta roja directa. Soldado convirtió el penalti. 1-0, minuto 16 y partido cuesta arriba para el Betis.
El primer regalo fallero a los locales obligó a Pepe Mel a hacer un cambio. Retiró del terreno de juego a Joel Campbell y dio entrada a Paulao. El Betis se dedicó a cerrar bien atrás y salir al contragolpe. Y lo cierto es que no lo hizo nada mal.
Tras el descanso, el escenario no cambió demasiado. El Valencia, con un jugador más, llegó con peligro a las inmediaciones de Adrián, pero el Betis logró crear varias ocasiones muy claras, sobre todo con un disparo de Beñat desde fuera del área y un mano a mano de Rubén Castro con Alves que el meta local mandó a córner.
En esta última jugada llegó el segundo gran regalo de la noche del árbitro al Valencia. Antes de entrar en el área, cuando Rubén encaraba la portería de Diego Alves, Mathieu lo agarró de forma muy clara. El delantero bético no se tiró y disparó a puerta. Entiendo que diera la ley de la ventaja, pero, ¿qué hay de la tarjeta amarilla a Mathieu por el agarrón? El defensa francés ya tenía una y tendría que haber sido expulsado, pero al árbitro no le dio la gana de impartir justicia y prefirió seguir con su espectáculo contra el Betis. La diferencia de rasero con la que Muñiz Fernández midió a los dos equipos anoche fue escandalosa. Pero no pasa nada, los árbitros son intocables
Tras los cambios y debido al esfuerzo que tuvieron que realizar los jugadores béticos por jugar con uno menos casi todo el partido, el destino decidió que no había sido suficientemente cruel con el Betis y, en los últimos minutos, un gol de Paulao en propia puerta y otro de Jonas cerraron el definitivo 3-0, a todas luces injusto. Además, por si esto fuera poco, los béticos no sólo perdieron el partido sino también el goal average particular con los valencianistas (el Betis ganó 1-0 en el Villamarín).
Pese a todo, hay que reconocer el esfuerzo de los de Pepe Mel durante los noventa minutos, y más aún a raíz de la expulsión de Amaya. No hay nada que reprochar al equipo bético, pese a jugar con diez y contra doce hicieron lo que pudieron y merecieron mejor suerte.
Ahora toca pasar página, olvidar lo de anoche, descansar -la próxima semana no hay liga, juega la selección- y centrarse en el próximo partido, el 1 de abril ante el Getafe en el Benito Villamarín.
Valencia C.F.: Diego Alves, Joao Pereira, Rami, Mathieu, Guardado (Cissokho, minuto 84), Tino Costa, Banega (Canales, minuto 66), Parejo, Feghouli, Jonas y Soldado (Valdez, minuto 52).
Real Betis Balompié: Adrián, Ángel, Mario, Amaya, Nacho (Álex Martínez, minuto 68), Cañas, Beñat (Nosa, minuto 79), Joel Campbell (Paulao, minuto 19), Pabón, Rubén Castro y Jorge Molina.
Goles: 1-0, minuto 16, Soldado de penalti. 2-0, minuto 85, Paulao en propia puerta. 3-0, minuto 92, Jonas.
Árbitro: César Muñiz Fernández (comité asturiano). Expulsó con roja directa a Amaya por el Betis. Mostró tarjeta amarilla a Nacho, Rami, Mathieu, Jorge Molina, Feghouli y Ángel.