El Betis logró una trabajada victoria ante un equipo que no se le suele dar nada bien en el Villamarín. Mejor resultado que juego, pero lo importante es seguir sumando.
Quinta jornada de liga, cuarto partido para los de Heliópolis a la espera de disputar el aplazado frente al Atlético de Madrid, y los de Pepe Mel suman nueve puntos de doce posibles. Esa es la realidad. La brillantez en esta fase del campeonato es, a mi entender, lo de menos. Lo importante es acumular puntos que permitan buscar con entrenamientos y competición un nivel de juego cada día más alto, pero a día de hoy creo que no podemos exigir más al equipo de Pepe Mel.
El técnico madrileño sabe que hay un largo camino por recorrer y muchos defectos que corregir, pero siempre es mejor trabajar con un buen colchón de puntos detrás que con el agua al cuello. Ayer planteó el partido con un sistema en el que las bandas tuvieran protagonismo y lo cierto es que en la primera mitad funcionó bien. Buena presión, buen juego y ocasiones.
Marcó por fin Paulao. Gran remate de cabeza a saque de falta botado de forma magistral por Beñat. El brasileño volvió a lesionarse, en esta ocasión tras una dura entrada de Wakaso -el árbitro, Clos Gómez, horrible durante todo el partido como era de esperar, ni siquiera señaló falta-, y se perderá al menos los dos próximos partidos por un esguince de tobillo.
Agra y Juan Carlos llevaron mucho peligro al área espanyolista y sólo la falta de acierto rematador de los verdiblancos -Agra se desesperó en varias jugadas y con razón al encontrarse en buena posición y no recibir el pase de sus compañeros- evitó que el marcador al descanso fuera más amplio.
En la segunda parte todo cambió. Perquis, que había sustituido al lesionado Paulao, se multiplicó para achicar balones y en varias ocasiones sacó con mucho sentido el balón desde atrás. El otro central, Mario, estuvo enorme. Colosal. Por arriba, por abajo, en la anticipación, se convirtió en el jefe de la zaga y volvió a demostrar que estando en forma y si las lesiones le respetan es un gran defensor, posiblemente el mejor de la plantilla.
En la segunda parte el Espanyol encerró al Betis. La expulsión de Wakaso por doble amarilla no sólo no se notó, sino que parecía que era el Betis el que jugaba con uno menos. Sólo la solvencia de los centrales béticos y la buena actuación una vez más de Casto evitaron que los periquitos pudieran llevarse algo positivo del Villamarín.
Sin tiempo para celebraciones, el miércoles llega a Heliópolis uno de los equipos que están en mejor forma en estos momentos, el Atlético de Madrid. Falcao, Adrián, Arda y compañía pondrán a prueba a los de Pepe Mel en el partido que fue aplazado porque les venía mal jugar a los colchoneros y la LFP volvió a demostrar que la liga española es un cachondeo. En cualquier caso, habrá tres puntos más en juego que, de sumarlos, sabrán mejor aún dadas las circunstancias. A por ellos.
Ficha del partido:
Real Betis Balompié: Casto, Nelson, Paulao (Perquis, minuto 41), Mario, Nacho, Agra, Rubén Pérez, Beñat (Nosa, minuto 75), Juan Carlos, Pozuelo (Nono, minuto 55) y Rubén Castro.
R.C.D. Espanyol: Cristian Álvarez, Javi López, Raúl Rodríguez, H. Moreno, Capdevila (Álvarez, minuto 79), Wakaso, Tejera (Rui Fonte, minuto 60), Víctor Sánchez, Verdú, Simao (Cristian Gómez, minuto 60) y Stuani.
Gol: 1-0, minuto 18, Paulao.
Árbitro: Carlos Clos Gómez (comité aragonés). Expulsó por doble amarilla a Wakaso. Mostró tarjeta amarilla a Tejera, Beñat, Rubén Pérez, Javi López, Nelson, Nono, Agra y Stuani.
Asistencia: 33.211 espectadores.