Imagen: Real Betis Balompié

Punto y final a una temporada que cierra notablemente el Betis en un partido vibrante y sin presiones para ninguno de los dos equipos que brindaron un magnífico espectáculo. 

Si alguien pensaba que el Barça iba a jugar relajado o pensando en la final de Copa se equivocó de plano. El planteamiento estaba marcado desde el principio. Un conjunto azulgrana con un dominio y posesión visitante y salida con velocidad a la contra del conjunto de Pepe Mel.

El guión se cumplió a la perfección en un alto porcentaje, a excepción de que al Betis se le apagó la luz de cara al ataque y a pesar de que gozó de algunas contras todas morían en la línea de tres cuartos.

Pepe Mel decidió jugar sin referencia y apostar por la velocidad. Sin embargo el resultado fue muy discontinuo. Roque y Molina esperaron su oportunidad en el banquillo.

No obstante, el gol culé llegó producto de un mal entendimiento verdiblanco. Un córner muy evitable se convierte en el gol de Busquets que caza el balón en el primer palo, ante lo que no puede hacer nada Casto. 

Transcurrió la primer mitad cumpliendo perfectamente el guión preestablecido, aunque no se movió más el marcador. Un Barça dominador, un Betis a la espera, al que le faltó más continuidad y acierto de sus hombres de ataque.

La segunda parte comenzó más o menos con la misma tónica de la primera parte. Pero ahora sí, el ecuatoriano Jefferson Montero brindó unos 10 minutos excepcionales, en los que fueron los mejores momentos hasta entonces del partido para el equipo de Pepe Mel.

Tras un remate de Keita y una espectacular mano de Casto, el contraataque del Betis comienza con una arrancada espectacular de Montero que prolonga Pozuelo y Rubén no puede concretar ante la presión de Mascherano que ha hecho (otro) un partido sensacional.

Siguió percutiendo Jefferson tanto sobre la derecha que sacó de punto a un jugador como Alves. Tan agobiado estaba el brasileño que en una nueva jugada del ecuatoriano le hizo una entrada descomunal que significaba la segunda amarilla y la expulsión del futbolista azulgrana. Lástima que no le duró la gasolina más al ecuatoriano, que fue sustituido por Roque Santa Cruz. 

Cambió el partido y de qué manera. El Betis se adueñó de la pelota y comenzó a acosar algo más la meta de Víctor Valdés, cayendo como la gota de agua que poco a poco va desarmando la roca azulgrana.

Nono debutó ante su público en el Villamrín sustituyendo a Pozuelo y dejó unas sensaciones magníficas jugando con descaro y sentido. 

Empezaron a dar frutos los cambios. Se ganaba la partida en el centro del campo y Roque comenzaba a poner en problemas el marco azulgrana. Y se convirtió en la noche de Rubén. Una prolongación del delantero paraguayo la caza por fin Rubén y, con calidad, bate a Valdés anotando el ansiado gol número 15.

Pero cuando aún no se habían recuperado los cimientos del Villamarín del estallido por el empate, un nuevo pase a la espalda de la defensa culé lo caza Castro para otra vez, esta vez ajustando a la izquierda de Valdés, ponga el 2 a 1 y el éxtasis en la grada. El decimosexto.

El tercer protagonismo de la noche para una afición que vibró y disfrutó como nunca con su equipo y con sus jugadores.

Y ya para redondear una noche mágica, ovación espectacular de la afición a Xavi Hernández y enorme para Iniesta coreando el nombre del de Fuentealvilla. De nuevo demostrando que es una afición que se merece todo. 

En el tiempo de descuento, Seydou Keita marcaba el empate, repitiendo el resultado de la temporada 2008/2009. 

Crónica facilitada por el Real Betis Balompié.

www.SevillaActualidad.com

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...