No pudo ser. El Real Betis Balompié no jugará la final de la Copa del Rey. El equipo lo intentó sin descanso y fue mejor que su rival en buena parte del partido. Sin embargo, el Valencia CF aprovechó el inicio de la segunda parte, único tramo en que fue superior, para anotar en su único tiro a puerta de todo el encuentro. Pese a buscarlo hasta el último momento, los verdiblancos no encontraron el camino del gol.

Día especial, fecha señalada. Momento que tantos béticos soñaban, la posibilidad de ver al equipo en una final 14 años después de la última vez. Antes, había que tratar de dar la vuelta a un marcador inicial en el que los locales partían con ventaja. Para tratar de conseguirlo, Quique Setién elegía un once con algunas variaciones con respecto al equipo que jugó el pasado domingo en Valladolid. Joel Robles, Bartra, Sidnei, Lo Celso y Jesé, sin presencia en la última cita liguera, volvían a la alineación.

Los compases iniciales parecían ofrecer una idea de lo que podía ser el encuentro. El Betis trataba de buscar el balón, mientras que el Valencia no parecía tener problema en dárselo y buscaba salir en rápidas transiciones. Joaquín tenía la primera del encuentro tras una buena dejada de Jesé, aunque el potente disparo del capitán iba centrado y Doménech lo atajaba. Los verdiblancos presionaban arriba y se adentraban en el campo rival con cada vez más asiduidad. Canales lo buscó con mucha intención de falta lejana, obligando al guardameta che a desviar a córner.

Un centro de Canales que se perdía cerca del palo largo sin que nadie lo tocase era la siguiente del partido. El conjunto verdiblanco atesoraba el balón jugada tras jugada, pero era consciente del enorme potencial y velocidad de su oponente, por lo que también trataba de evitar riesgos. Jugada larga y acompasada del equipo que finalizaba Jesé con fuerte disparo que Doménech mandaba a córner. Saque de esquina en el que Mandi se elevaba más que nadie sin encontrar puerta por poco. Una pérdida de Guardado en el centro del campo propiciaba una contra rival con mucho peligro, pero conseguía sumar esfuerzos la zaga bética y abortar la ocasión.

Arrancaba la segunda mitad y lo hacía sin cambios en ninguno de los equipos. Al igual que había sucedido en el primer tiempo, presión intermitente del Valencia mientras que el Real Betis quería hacer bascular a su oponente para abrir espacios. Era el equipo de casa el que conseguía golpear. Juzgada con fortuna en su arranque que finalizaba con remate de Rodrigo a puerta vacía a pase de Gameiro. Se ponía muy cuesta arriba el encuentro para el equipo, que ahora necesitaba dos goles.

El gol daba alas al Valencia que, por primera vez, tenía el balón por varios momentos. Parecía recomponerse el Betis en cierta medida y la siguiente oportunidad era para Mandi que cabeceaba alto un servicio de Joaquín. Contestaba el equipo local con un pase filtrado al que salía bien Joel para quitar a Gameiro el remate. Ahora arriesgaba más el equipo, pero bastante impreciso en algunos pases, dando carta blanca al peligroso contragolpe valencianista. Se comenzaba a agotar el tiempo y con él las opciones del Betis de estar en la final. Casi llegaba el gol de la esperanza con un cabezazo de Loren que no entraba por un pelo.

Sin embargo, igual de clara era una contra de Piccini. El exjugador del Betis mandaba fuera su remate. Se sucedían los envites y Doménech metía una gran mano a remate de Canales. El Betis buscó apretar hasta el final pero no consiguió anotar, acabándose así el sueño de otra final de Copa.