El tiempo no todo lo cura. En esta vida se tira en infinidad de ocasiones del refranero popular o de frases hechas para explicar las desgracias o el devenir negativo en un asunto en concreto, pero hay ejemplos que demuestran que el tiempo no todo lo cura. El Betis Energía Plus descendió deportivamente en la temporada 2016-2017 y, jugada toda la primera vuelta tras la ya famosa inscripción por vía judicial, ocupa el farolillo rojo de la Liga Endesa 2017-2018 con razones como para dejar de creer en la frase hecha en cuestión.

Y precisamente para dejar de creer han dado razones desde San Pablo cuando  encadenaron diez derrotas consecutivas al inicio de temporada promediando 90.2 puntos en contra, siendo la peor defensa de la liga en ese lapso y ocupando plazas de descenso desde la primera jornada. Después recobraron la ilusión con cuatro victorias seguidas promediando casi 13 puntos menos en contra.

Las derrotas hasta la sexta jornada tuvo a Alejandro Martínez como inquilino en el banquillo bético. Después, con éste destituido, llegó el cántabro Óscar Quintana y encadenó otras cuatro derrotas para conseguir un 50% de victorias con las cuatro victorias consecutivas ya comentadas, antes de caer tres ocasiones en los próximos tres encuentros y cosechar un registro de 4 victorias y 13 derrotas en total.

No es una balsa de aceite, precisamente, desde la propia pretemporada, ya que Samardo Samuels no encajó en los esquemas béticos y acabó saliendo, al igual que Taylor Brown (este sin ni siquiera pasar reconocimiento médico) y después ya adentrados en la campaña algo similar ocurrió con un individualista Nobel Boungou-Colo. Por no comentar la convulsa preparación, y planificación a la carrera con Martínez y Fernando Moral a la cabeza, que protagonizaron los verdiblancos allá por el mes de septiembre.

Durante la propia temporada contrataron a Antonio Alonso como Director Técnico, una contratación que podía barruntar algunas decisiones en un futuro próximo. Algo que acabó ocurriendo a las pocas semanas. Con él llegaron dos jugadores como el veterano Dontaye Draper para tratar de paliar los problemas en la posición de base y el alero serbio Rade Zagorac que se encontró a un más que enchufado Blake Schilb en su misma posición.

Ambos jugadores, lejos de mostrar un gran nivel, han sido  bastante discretos las veces que les ha tocado participar, a excepción de unos buenos minutos de Draper en la jornada 16 contra San Pablo Burgos, aunque tuvo la mala fortuna de fallar el último tiro en la prórroga y 10 puntos que anotó el alero serbio en el último partido contra Baskonia.

De hecho, los líderes del equipo de la Avenida de Kansas City han sido el propio Blake Schilb por un lado; el checo después de la primera ‘ventana FIBA’ (Clasificación FIBA para el próximo Mundial) demostró grandes cualidades anotadoras promediando 16.7 puntos en siete partidos con un 60% de acierto en tiros de dos y un 49% de acierto en triples. Además de 3.5 rebotes y 3.7 asistencias por encuentro.

Y Ryan Kelly por otro; el norteamericano promedia en toda la primera vuelta 16 puntos, con un 44% en tiros de dos, 5 rebotes y 2 asistencias demostrando la gran calidad que atesora el ex NBA en muchos aspectos del juego, pero quizás la fina línea que hay entre ser determinante en algunos partidos y algo pusilánime en otros.

Salvando a estos jugadores, y algunos minutos de gran calidad de un joven Luke Nelson en tres partidos consecutivos ante Herbalife Gran Canaria, Tecnyconta Zaragoza y FC Barcelona Lassa, o la actitud e intensidad innegociable que pone sobre la pista Oderah Anosike, el equipo bético sigue sin mostrar una actitud colectiva de manera regular como para tratar de conseguir más victorias por la fuerza del conjunto.

Los bases tuvieron grandes momentos de aportación durante la racha de 4 victorias consecutivas, sobre todo los españoles Josep Franch y el enérgico Mikel Uriz. Pasado tres partidos desde entonces,  el primero muestra, a cuenta gotas por las carencias colectivas evidentes, una inteligencia en pista y algunos aspectos de veteranía muy necesarios dada la situación. Mientras tanto, Uriz no encuentra la manera de volver a ser productivo saliendo como parte de la segunda unidad.

Aparte de ellos dos, Donnie McGrath no ha demostrado poder, y en muchas ocasiones ni querer, mover al equipo. Su aportación está muy en entredicho en cualquier foro entre aficionados o periodistas, ya que es el base que más veces ha sido titular en esta temporada, con seis apariciones al igual que Draper, y ha promediado unos pobres 4 puntos, 2 asistencias y un -8 de los verdiblancos cuando está sobre la cancha.

Ese lastre que ha supuesto la inestable posición de base desde el inicio, agravada también con problemas físicos,  le podemos sumar que el Betis Energía Plus es en la jornada 17ª el peor equipo en porcentajes en tiros de dos (48.8%), el peor en rebotes por partido (30.4) y la segunda peor defensa de la competición encajando 86.29 puntos por choque.

Además, y por si fuera poco, las cuatro victorias conseguidas a estas alturas son el tercer peor récord histórico del conjunto sevillano desde la temporada 1996, cuando se instauró la Liga Endesa de 18 equipos. Igualan así el balance de la 2007-2008 y por debajo de la temporada 2014-2015 (3 victorias) y de la 2008-2009 (2 victorias), apuntan desde elcorreoweb.es; sin ir más lejos, la pasada temporada a la jornada 17ª el club hispalense llevaba 7 victorias y descendió en una liga de 17 equipos.

Por lo tanto, en esta situación mucho deberían cambiar las cosas, anímica y técnicamente, de aquí al final de temporada porque las sensaciones no son nada buenas después de una primera vuelta para olvidar. Y si bien el tiempo puede curar desamores, lutos o cualquier usual resfriado, parece evidente que el tiempo sin trabajo no curará nada en el Real Betis Energía Plus.

Licenciado en Periodismo, ha pasado por 'Sobre la Bocina' de Amanecer Deportivo FM (Sevilla), BasketExpress.net y ahora colabora con RTV Betis y EsRadio. La información deportiva es su pasión y el baloncesto,...