Por séptimo año consecutivo, la siniestralidad en las carreteras ha reducido, llegando a bajar hasta más de la mitad si lo comparamos con los datos de 2001.
Sevilla Actualidad. El delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, ha presidido la Comisión Regional de Tráfico y Seguridad Vial; y posteriormente a dicha reunión ha presentado el balance correspondiente a 2010, el cual ha calificado de «razonablemente bueno, si bien el Gobierno continuará trabajando para mejorar los datos».
Por séptimo año consecutivo, el número de personas fallecidas en la carretera ha bajado en Andalucía. Durante 2010, 290 personas perdieron la vida por accidentes de tráfico, un 12% menos que el año pasado. Pero si lo comparamos con los datos de 2001, vemos como en una década el porcentaje registra un descenso del 56,4%; más de la mitad de víctimas mortales (665 muertos en 2001).
El promedio mensual de víctimas en nuestra Comunidad Autónoma se ha situado en el pasado año en 24,17. En los datos por provincias, se observan importantes descensos (cercanos y superiores al 50%) en todas las provincias andaluzas excepto en Málaga y Cádiz.
El delegado del Gobierno ha querido destacar que hay que contar con el incremento progresivo del parque de vehículos, llegando a un total de aproximadamente 5,2 millones circulando por las carreteras.
Velocidad inadecuada y distracciones, principales factores
Sumergiéndonos en los datos facilitados por la Comisión Regional de Tráfico y Seguridad Vial podemos observar que las carreteras convencionales siguen concentrando la mayor parte de los siniestros, con el 73,4% de los fallecidos. Además, señalan que la franja horaria donde se registra un mayor número de accidentes es entre las 07.00 y las 14.00 horas.
En cuanto a la tipología de los accidentes de tráfico con víctimas mortales en 2010, en casi cuatro casos de cada diez se trató de salidas de vía, seguidas de colisiones frontales y colisiones laterales y frontolaterales. Entre los factores concurrentes habituales en los siniestros destacan la velocidad inadecuada (en un 35,27%) y las distracciones (en un 32,95%).
También hay lugar para la concienciación sobre el uso de dispositivos de seguridad. El año pasado, el 31,6% de los conductores o pasajeros fallecidos en turismos no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Si todos lo hubieran llevado, se estima que se habrían salvado la mitad de ellos. Los motoristas fallecidos por no llevar casco son un 3,5%, siendo en 2001 un total del 14%.
García Garrido ha apuntado algunos de los objetivos del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, entre los que se encuentran la mejora de la educación y la formación de los usuarios, la protección de los colectivos más vulnerables como los peatones o los ciclistas; y una concienciación para un mayor cumplimiento de las normas viales.