Un grupo que reune a 30 investigadores de diversas disciplinas procedentes de siete universidades andaluzas analizan y divulgan «la cultura de la paz» en municipios de más de 50.000 habitantes.
Sevilla Actualidad. «Se confunde la paz con mariposas y flores, pero nosotros creemos que puede ser investigada, enseñada y que tiene una gran capacidad de transformación social».
Son las palabras del cordobés Francisco Muñoz Muñoz, líder de un grupo de investigadores de siete universidades andaluzas de discipilinas tan variadas como física, matemáticas , derecho, filología árabe, entre otros; que tienen la tarea de investigar y divulgar la «cultura de la paz» en nuestra tierra.
Dicho grupo de investigación forma parte de la iniciativa ‘La cultura de paz, experiencias y desafíos’, incentivada por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía.
Entre sus labores, han tratado de localizar experiencias de «cultura de la paz» en municipios de más de 50.000 habitantes en la comunidad autónoma. Por ello, Francisco Muñoz ha destacado un ejemplo concreto: el municipio almeriense de Vélez Blanco, que «se ha declarado municipio de paz después de un seminario organizado allí y tienen previsto hacer un museo de paz».
Entrevistas digitales a expertos
El equipo de Muñoz también ha realizado hasta una veintena de entrevistas a expertos de reconocido prestigio como al cordobés Alfredo Witfchi, funcionario de Naciones Unidas durante 30 años; Sebastián Sánchez Fernández, responsable del programa de la Junta de Andalucía ‘Escuela: Espacio de Paz’; y José Tuvilla Rayo, pionero en educación para la paz en España, entre otros.
En las entrevistas se lanzaban al aire cuestiones sobre la paz, el papel de las instituciones para promoverla y reflexiones varias sobre el futuro. Estos vídeos pueden verse en el canal de Youtube del proyecto.
Los investigadores han trabajado conjuntamente con el Instituto Universitario de la Paz y los Conflictos, situado en la ciudad de Granada para llegar a conclusiones sobre la paz y los conflictos que, día a día, se viven en todo el planeta.
El objetivo final del proyecto es realizar propuestas de intervención pública que promuevan esta cultura de la paz. «Hay recursos individuales y públicos suficientes para construir paz», añade finalmente Francisco Muñoz.