En el libro publicado por la ONG ‘Ecologistas en Acción’: ‘Crónica de una catástrofe anunciada: el desastre de las Minas de Aznalcóllar 10 años después‘;  donde se analizan y estudian aspectos como la práctica generalizada y consentida del tráfico de residuos industriales entre los polos químicos y la cuenca minera, además de las advertencias de diversas asociaciones sobre la catástrofe medioambiental. 

Sevilla Actualidad. El 25 de abril de 1998 se produjo la mayor catástrofe ambiental ocurrida en Andalucía, provocada por la rotura de la balsa de residuos tóxicos que la minera Boliden tenía en las minas de Aznalcóllar

El vertido provocado inundó la cuenca del Guadiamar y el Espacio Natural Doñana con 6 Hectómetros cúbicos de lodos altamente tóxicos. La recogida de los lodos y la restauración del área afectada corrió a cargo de la administración y costó aproximadamente 200 millones de euros.

Para la ONG ‘Ecologistas en Acción’ hay cuestiones sobre esta catástrofe que no se deben olvidar, por ello publicaron el libro ‘Crónica de una catástrofe anunciada: El desastre de las Minas de Aznalcóllar 10 años después‘.

El libro señala que el tráfico de residuos industriales entre los polos químicos y la cuenca minera fue una práctica generalizada y consentida; y  que fue una catástrofe anunciada por diversas asociaciones, que se manifestaron en 1996 por el cierre de las minas.

La ONG denuncia el último episodio de contaminación protagonizado por estas minas, que han provocado la muerte masiva de peces en el contraembalse del Ágrio debido a lixiviados de las escombreras mineras.

También se ha visto afectada  la mina de las Cruces en Gerena, autorizada pocos años después de lo ocurrido en Aznalcóllar y que ya ha provocado contaminación del acuífero, según ‘Ecologistas en Acción’.

Para este colectivo ecologista, la conclusión es clara, la minería a cielo abierto es incompatible con el mantenimiento de unas mínimas garantías ambientales.

Por ello hacen un llamamiento a la población andaluza para exigir de la administración la prohibición de la minería a cielo abierto en nuestra tierra, que se traduce en miles de hectáreas repletas de residuos altamente tóxicos.

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