La inmigración es un fenómeno que cada día más se normaliza gracias a la adaptación de los propios inmigrantes y a la aceptación de los españoles de que gracias al uso de la tolerancia hacen que estas corrientes sociales sean menos traumáticas. Aunque es cierto que queda mucho camino por recorrer, un estudio de la Universidad de Huelva (UHU) revela que el 10,35% de los enlaces andaluces de 2007 fueron al menos con un cónyuge extranjero.
Diego López. Andalucía es receptora de inmigrantes desde hace casi dos décadas y eso se hace notar en el color de las pieles que a diario se cruzan por las aceras o compran en los mercados de barrios. Según un estudio de la Onubense, un 10,35% de los matrimonios andaluces a lo largo del año 2007 contaban al menos con un extranjero entre los contrayentes. Eso hace pensar que la comunidad avanza en este sentido.
Varios investigadores andaluces, coordinados desde la UHU, participan en un proyecto de excelencia promovido por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y cuyo objetivo es poner en conocimiento de quien lo crea oportuno la realidad sobre los matrimonios mixtos o interculturales que existen en la región. Para ello, cuentan con los datos del Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones que depende directamente de la Consejera de Empleo.
El nombre elegido para dicho estudio ha sido ‘La construcción de la interculturalidad en Andalucía’, y con él se pretende hacer visible un puzle de la realidad social de Andalucía. El análisis de las familias interculturales en el territorio andaluz se hace patente a través de una realidad muy concreta y es que uno de cada diez matrimonios andaluces lo componen al menos un extranjero y un andaluz. En las dos provincias andaluzas con proporciones relativamente altas de habitantes foráneos, que son Almería y Málaga, este valor asciende ya a uno de cada cinco matrimonios.
El proyecto está siendo coordinado por el doctor Octavio Vázquez Aguado y se tiene prevista la realización de un análisis sociológico que identifique a los participantes en este tipo de matrimonio, así como sus características sociales y los rasgos que describen a este tipo de nupcialidad.
Se tendrán muy en cuenta los matrimonios mixtos desde el punto de vista legal, es decir, cómo están regulados, qué consecuencias tienen las uniones entre nacionales y extranjeros cuyo fin es obtener con más facilidad la nacionalidad. Por otro lado, se estudiará cómo se transmiten a los posibles hijos, cómo se protegen los derechos en caso de divorcio o separación o qué mecanismos existen para la detección de los posibles matrimonios mixtos fraudulentos.
De este modo, el grupo coordinado desde la UHU pondrá todo su empeño en la elaboración de un marco intercultural de este tipo de familias con el fin de analizar cuáles son las estrategias que se han de seguir para paliar las posibles dificultades que representa la diversidad para la convivencia.
Analizando datos
Durante los próximos dos años, los investigadores andaluces realizarán un análisis cuantitativo de la información según los datos del Instituto Andaluz de Estadística y de los diferentes Registros Civiles con el propósito de poder elaborar un perfil de las personas que en Andalucía optan por la definición de este tipo de matrimonios y parejas. “El análisis de esta información nos permitirá radiografiar las prácticas de nupcialidad y fecundidad de este tipo de uniones”, opina Vázquez Aguado.
Por otro lado, la Onubense se embarcará en la elaboración de unos estudios a través de encuestas en los que recogerán datos cuya procedencia directa es la población. Según dice, “con esto queremos identificar cuáles han sido los procesos de configuración de las parejas y matrimonios mixtos en Andalucía”. Como colofón a todo este proyecto, la UHU tendrá conocimiento del grado de comunicación intercultural desarrollado en las parejas y matrimonios mixtos.
En el caso de la estrategia cualitativa, según palabras de Vázquez, “permitirá dar la palabra a los actores de la acción social que se quiere investigar. Concretaremos esta metodología en el empleo del método biográfico para conocer las vivencias de los actores implicados y poder acceder a su forma de categorizar y explicar la realidad que viven; lo que nos facilitará la construcción de historias vida cruzadas, es decir, la construcción de un mismo proceso a partir del discurso de los dos actores afectados”.
Según los datos que se manejan en las investigaciones, cuatro de cada de cada diez hombres españoles que se casan con una extranjera lo hacen con una mujer procedente de África. Del mismo modo, tres de cada diez españoles que contraen matrimonio con una extranjera se casan con una mujer de América del Sur, y uno de cada cinco con una mujer de un país europeo perteneciente a la UE-15. Las preferencias sobre las mujeres españolas son bien distintas, ya que predominan los varones procedentes de América del Sur, en torno a un 40 por ciento, seguidos por los europeos no pertenecientes a países de la EU-15 , que representan un 26 por ciento y por último los africanos con un 14 por ciento.
En cuanto a las mujeres con nacionalidad extranjera que contraen matrimonio en Andalucía, los varones españoles son los elegidos mayoritariamente en casi todos los grupos de nacionalidad, con la sola excepción de las mujeres europeas no pertenecientes a la UE-15, cuya preferencia matrimonial resulta dirigirse en primer lugar hacia los hombres de su propio conjunto geopolítico y como segunda opción los españoles.