Consumo vigilará durante el tiempo en que se prolongue el periodo de rebajas que los establecimientos que las anuncien cumplan con la normativa vigente, tengan al menos la mitad de su material con descuentos, informe del precio anterior y posterior y admita las formas de pago y devoluciones que mantiene durante todo el año. El número de controles llegará a los 650.

Sevilla Actualidad. Serán más de 650 controles en apenas unas semanas, concretamente, en el periodo en que se desarrolle la última campaña de rebajas de las grandes superficies e hipermercados y en el pequeño comercio.

En este tiempo, los inspectores de la Dirección General de Consumo, dependiente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, visitarán establecimientos de las ocho provincias andaluzas para comprobar, entre otros elementos, la claridad de la información sobre los precios -habituales y rebajados-; el mantenimiento de todos los derechos que asisten a los usuarios, sin que la venta en rebajas suponga una merma en ninguno de ellos; así como que los artículos rebajados estén en perfectas condiciones de calidad y que no hayan sido adquiridos especialmente para este periodo de ventas.

Y es que, cabe recordarse que durante las rebajas deben admitirse los mismos medios de pago que el resto del año y los productos deben conservar y exponer claramente el precio original junto al rebajado, o bien exhibir esta información en forma de porcentaje de descuento aplicado al importe inicial.

Por provincias, está previsto que los técnicos de Consumo de la Consejería de Salud realicen un mínimo de 70 inspecciones en Almería dentro de esta campaña, mientras que en Cádiz serán al menos 85 los controles de este tipo que se efectuarán. Igualmente, se llevarán a cabo más de 80 inspecciones en comercios cordobeses y más 85 en establecimientos granadinos. En Huelva, por su parte, están previstos 70 controles como mínimo; en Jaén, 80; en Málaga, 90, y en Sevilla, otros 90.

Comprobaciones de los inspectores

Los inspectores de la Junta procederán a realizar una serie de comprobaciones de acuerdo con un protocolo definido para este periodo especial de comercialización. Así, además de constatar que los precios de los productos han experimentado una disminución y han estado a la venta con anterioridad a las rebajas, se revisará si se admiten los medios de pago habituales y si se permiten devoluciones en el caso de que esa sea la política del establecimiento el resto del año.

Del mismo modo, se verificará si los establecimientos disponen de horario de apertura y cierre, si se anuncia la venta en rebajas y si se indican las fechas del inicio y el final de este periodo.

Igualmente, los inspectores revisarán si las tiendas tienen como mínimo el 50% de sus productos con descuentos, ya que deben cumplir este requisito para que se considere que efectivamente están de rebajas y así lo puedan anunciar. Los productos deben conservar su precio habitual y el precio rebajado o, si se trata de un conjunto de artículos, el porcentaje de reducción aplicable.

Además, en el caso de que las rebajas no afecten a la totalidad de los productos comercializados, los inspectores comprobarán si los artículos rebajados están debidamente identificados y diferenciados del resto. Otro de los elementos que verificarán los técnicos de la Junta es si aparecen debidamente separados los productos en rebajas y los de saldos o que estén en liquidación, en el caso de que los haya en un mismo establecimiento.

Para agilizar el trabajo de chequeo durante el periodo de rebajas propiamente dicho, los inspectores de Consumo de la Consejería de Salud han efectuado ya una labor previa de control para recabar datos tales como que los artículos que se ofrezcan en las rebajas se hayan puesto a la venta con anterioridad y que su precio haya experimentado un descenso. Esta preinspección se ha centrado fundamentalmente en tres grupos de artículos: los electrodomésticos, el calzado y los productos textiles, por tratarse de sectores que generan un consumo masivo por parte de los usuarios.