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La UNESCO reconoce los valores universales excepcionales de los tres monumentos megalíticos y los dos monumentos naturales incluidos en el complejo.

La UNESCO ha decidido conceder al Sitio de los Dólmenes de Antequera el título de Patrimonio Mundial. La decisión se adoptó en la Asamblea General celebrada en Estambul el 15 de julio de 2016. Con esta declaración, Antequera se une a Altamira (Santander) y Atapuerca (Burgos) para conformar la gran triada de grandes sitios prehistóricos españoles de máxima significación internacional.

La Universidad de Sevilla ha tenido una importante participación en el proceso que ha conducido a la declaración del Sitio de los Dólmenes de Antequera como Patrimonio Mundial, tanto por su actividad investigadora como por las numerosas tareas de asesoramiento científico y técnico que viene realizando en colaboración con el Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera (CADA).

Con esta declaración, los monumentos antequeranos se unen ahora a la corta pero selecta lista de grandes sitios megalíticos que ya figuran en la Lista de Patrimonio Mundial, y que en Europa incluye el Valle del Boyne (Irlanda), Stonehenge y Avebury (Reino Unido), Islas Orcadas (Reino Unido) y Templos de Malta (Malta). La UNESCO reconoce así los valores universales excepcionales de los tres monumentos megalíticos (Menga y Viera y El Romeral) y los dos monumentos naturales (La Peña de los Enamorados y El Torcal) incluidos en el expediente de declaración.

Los megalitos antequeranos representan para el periodo Neolítico de la Península Ibérica lo que Atapuerca o Altamira ya son, respectivamente, para el Paleolítico Inferior y el Paleolítico Superior, es decir, un sitio de estatura universal en el que el conjunto de la humanidad tiene un referente excepcional para el conocimiento de un capítulo especial de nuestro pasado común como especie: en este caso, el megalitismo que se desarrolló en los periodos Neolítico y Edad del Cobre, entre c. 4000 y 2300 años antes de nuestra era.

El sitio antequerano refleja el intercambio de valores y experiencias humanas que Antequera representa como cruce de caminos y lugar de convergencia de diferentes tradiciones culturales. Las excepcionales arquitecturas megalíticas antequeranas son inseparables de la igualmente excepcional configuración paisajística que articulan con su entorno, que incluye dos monumentos naturales a los que están indisolublemente unidos: La Peña de los Enamorados y El Torcal. Como obras maestras del fenómeno megalítico, estos monumentos y el paisaje que definen constituyen un testimonio ejemplar de la forma de vida y del genio creativo de las sociedades del Neolítico y la Edad del Cobre en Europa.

La declaración de UNESCO recalca además el valor de autenticidad de los monumentos malagueños tal y como los conocemos en la actualidad, tanto por los materiales constructivos utilizados como por los tipos arquitectónicos (arquitectura ortostática adintelada en el caso de Menga y Viera, y arquitectura de falsa cúpula en el de El Romeral), así como su significación funeraria e ideológica a través de sus largas biografías.

La Universidad de Sevilla en el proyecto

Desde 2006 el Departamento de Prehistoria y Arqueología ha realizado en los megalitos antequeranos investigaciones arqueológicas que en los últimos años se han articulado en torno al Proyecto General de Investigación “Sociedades, Territorios y Paisajes en la Prehistoria de las Tierras de Antequera (Málaga)”, autorizado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y vigente durante el periodo 2013-2018, así como en el proyecto “Naturaleza, Sociedad y Monumentalidad: Investigaciones Arqueológicas de Alta Resolución del Paisaje Megalítico de Antequera”, aprobado por la Dirección General de Investigación del Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España (periodo 2014-2017).

Estos proyectos, dirigidos por el profesor Leonardo García Sanjuán, integran a un amplio equipo de especialistas de diversas instituciones, entre las que se incluyen la Universidad de Alcalá de Henares (Primitiva Bueno Ramírez, Rodrigo De Balbín Behrmann y Rosa Barroso Bermejo), la Universidad de Southampton (David W. Wheatley y Marta Díaz-Guardamino Uribe), la Universidad de Granada (Gonzalo Aranda Jiménez, José Antonio Lozano Rodríguez y Francisco Martínez-Sevilla), la Universidad de Tübingen (Marta Díaz-Zorita Bonilla y Javier Escudero Carrillo), el CSIC (Miguel Ángel Rogerio Candelera) y, naturalmente, la Universidad de Sevilla (Mark Hunt Ortiz, Coronada Mora Molina y Sonia Robles Carrasco), además del propio personal técnico del CADA (Bartolomé Ruiz González, Victoria Pérez Nebreda y Carmen Andújar Gallego). El objetivo general de estos proyectos de investigación es fijar un marco de conocimiento científico ampliado que permita entender los grandes monumentos antequeranos dentro de los procesos sociales y culturales de los que han sido parte en los últimos 6000 años. Entre los fundamentos epistemológicos principales de este programa de investigaciones cabe destacar dos: el territorio y el paisaje por una parte, y la biografía por otra.

Las investigaciones recientes han demostrado que los megalitos antequeranos tuvieron singulares relaciones paisajísticas con formaciones naturales de su entorno, como es el caso especialmente de Menga con respecto a La Peña de los Enamorados. Además, como parte del estudio de la dimensión territorio/paisaje de los megalitos antequeranos se están investigando los asentamientos en los que durante el Neolítico Final (c. 4200-3200 antes de nuestra era) y la Edad del Cobre (c. 3200-2200 antes de nuestra era) vivieron las comunidades que participaron en su construcción y uso. Por su parte, el enfoque biográfico revela que los megalitos antequeranos tuvieron largas historias de uso que se extendieron mucho más allá del tiempo de su fundación y uso original en el Neolítico y la Edad del Cobre, adentrándose en la Edad del Bronce, la Edad del Hierro, la Antigüedad y el Medievo.

Por otra parte, el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla ha realizado en el último decenio numerosas tareas de asesoría técnica y científica relacionadas con la gestión y protección de los monumentos megalíticos antequeranos. Entre ellas destacan la edición científica de Menga: Revista de Prehistoria de Andalucía, publicación de la Consejería de Cultura de la Consejería de Cultura, la edición científica de la obra Las Grandes Piedras de la Prehistoria: Sitios y Monumentos Megalíticos de Andalucía (Sevilla, Junta de Andalucía, 2009), la coordinación científica de la reunión internacional Megalithic Sites and the World Heritage Convention, celebrada en Antequera y Málaga en septiembre de 2011 bajo patrocinio de UNESCO y la Junta de Andalucía, o la asesoría científica para la redacción del Expediente de Solicitud de Inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial de UNESCO del Sitio de los Dólmenes de Antequera (2014-2016), entre otras.

El decidido compromiso y la profunda implicación de la Universidad de Sevilla en la investigación del Sitio de los Dólmenes de Antequera en colaboración con numerosas instituciones resaltan la importancia de la colaboración entre los organismos implicados en la gestión y protección del Patrimonio Histórico y Arqueológico y las instituciones académicas y científicas. La exitosa culminación de la candidatura de los Dólmenes de Antequera a la Lista de Patrimonio Mundial es prueba fehaciente de los positivos resultados que pueden obtenerse cuando dicha colaboración se conduce de acuerdo con criterios de calidad, rigor e internacionalidad.