Las excavaciones que se han estado realizando en las fosas de Alfacar (Granada), concluyeron ayer sin que se haya encontrado rastro alguno de enterramientos. La superficie rastreada supera los 200 metros cuadrados.
Sevilla Actualidad. Ni los restos del poeta granadino, asesinado el 18 de agosto de 1936, ni los de los otros fusilados junto a Lorca, están enterrados en la fosa de la localidad de Alfacar, en Granada, como apuntaban algunas investigaciones.
Al no encontrar ningún indicio de restos humanos, las excavaciones fueron dadas por finalizadas el pasado miércoles, como anunció la consejera de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía, Begoña Álvarez.
La consejera explicó que se ha cribado el terreno “palmo a palmo” sin que haya aparecido “ni un solo hueso, ni ropa, ni casquillos de bala”. Álvarez mantuvo que los trabajos de excavación han concluido “con la evidencia científica de que nunca hubo enterramientos” en la zona, donde no ha aparecido ningún resto óseo después de casi dos meses de intervenciones arqueológicas sobre el terreno.
En rueda de prensa, Begoña Álvarez señaló que esta fase del trabajo científico en Alfacar ha puesto de manifiesto que las zonas analizadas “nunca han sido lugares de enterramiento”, dado que la distancia entre la superficie y la roca localizada es de 40 centímetros, cuando una fosa estaría al menos a 1,5 metros de profundidad.
La actuación en las fosas de Alfacar, según prosiguió Álvarez, se ha llevado a cabo “con rigor científico, colaboración y respeto a la intimidad de los familiares”. En este sentido, se ha mostrado convencida de que los resultados de esta investigación van a suponer “un impulso para la memoria histórica”.
Además, Begoña Álvarez agradeció la colaboración de los familiares que solicitaron la búsqueda de sus desaparecidos, ya que “han dado todas las facilidades para que su memoria individual sea la memoria de todo el pueblo andaluz”.
Dos meses de trabajos científicos
La excavación arqueológica se inició el pasado día 2 de noviembre y finalizó el 16 de diciembre. Al objeto de preservar la intimidad y seguridad de los trabajos, se procedió a la instalación de una gran carpa metálica y se arbitraron medidas de vigilancia privada 24 horas para garantizar las actuaciones acometidas en la zona.
En total, se ha rastreado una superficie de 267,75 metros cuadrados y se ha extraído un total de 75,76 metros cúbicos de sedimentos. Todo el trabajo arqueológico ha sido acometido de forma metódica y sistemática por un equipo compuesto por cinco arqueólogos de la Universidad de Granada. Por su parte, las áreas de excavaciones fueron seleccionadas sobre la base de la documentación de especialistas en historia contemporánea y a los resultados del análisis geofísico realizado por el Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad.