El Consejo de Gobierno de Andalucía le ha dedicado el 2010, año del 125 aniversario de su nacimiento,al Padre de la Patria Andaluza

El próximo año se conmemoran los 125 años del nacimiento del Padre de la Patria Andaluza. Será sin ninguna duda, un aniversario cargado de homenajes y celebraciones. El Gobierno andaluz ha sido el primero en honrar su memoria declarando el 2010 el ‘Año de Blas Infante’. Pero la memoria es traicionera, y para la gran mayoría del pueblo andaluz ha quedado en el olvido que su más fiel defensor sigue condenado a muerte por las leyes de aquellos enemigos de la democracia que acabaron con su vida el 11 de agosto de 1936.

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María Robert. Blas Infante dijo una vez que “la naturaleza señala a los soldados de la vida el lugar en donde han de luchar por ella”. No fue sólo una cita poética, ni un discurso sin fundamentos.

El que fuera reconocido el 13 de abril de 1983 por el Parlamento andaluz como ‘Padre de la Patria Andaluza’, vivió luchando por la unidad y la prosperidad de la tierra en la que nació, y murió a manos del bando que se impuso en la guerra a base de armas y de sembrar el miedo.

El representante más importante del nacionalismo andaluz, consiguió con  perseverancia sembrar las bases y los símbolos de nuestra idiosincrasia. En 1915, en su obra más importante, ‘El Ideal Andaluz’, explica su visión personal de la historia, la identidad y los problemas de Andalucía y también sus propuestas para su fortalecimiento. La bandera, verde y blanca como símbolo de esperanza y paz, y el escudo de Hércules, inspirado en la ciudad de Cádiz, fueron las insignias de Andalucía, y otro logro más del máximo ideólogo del regionalismo andaluz.

La historia, paralela a su vida, le fue dando derrotas y triunfos según quién la iba contando en cada momento. Fue cautivo por sus ideales y cuando la historia dio la vuelta y triunfó la democracia republicana, candidato a gobernante, a la vez que autor de varias obras más, siempre relacionadas con su lucha. Hasta que el poder de las armas venció a las ideas y acabó con su vida y la de muchos otros. El auto de condena que sentenció su muerte decía: «Lo mataron una mañana de agosto en el kilómetro cuatro de la carretera de Carmona». Y lo volvieron a matar cuatro años después, el 4 de mayo de 1940 con una condena a muerte del llamado ‘Tribunal de Responsabilidades Políticas’, creado después de la guerra. Increíble pero cierto. No contentos con eso, obligaron a sus descendientes a pagar una multa económica.

Pasaron los años y llegó la democracia, pero hasta muchos años después, en 2007, no se desenterró esta sentencia que describía a Infante como “traidor de la patria”. Con motivo de la aprobación de la ‘Ley de la Memoria Histórica’, el Parlamento en pleno aprobó una petición al Tribunal Supremo para que se revisara la condena. Esa sentencia es la que el Supremo debería anular de pleno derecho, pero lo único que parece avanzar sobre el tema son los cruces de acusaciones entre los nacionalistas andaluces y el gobierno socialista, y mientras Blas Infante sigue con ese peso sobre su memoria.

El Alto Tribunal ya tiene experiencia con este tipo de procesos judiciales,  porque ya anuló  a petición de los catalanes, la condena de Lluis Companys, presidente de la Generalitat durante la Segunda República Española. Companys tuvo más suerte que Infante y pagó sus ideas con el exilio en vez de con su muerte.

2010 será el Año de Blas Infante

El próximo año, sería una buena oportunidad para que se revocara de una vez por todas la sentencia, ya que Blas Infante será protagonista absoluto. Para celebrar el 125 aniversario de su nacimiento, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado declarar 2010 ‘Año de Blas Infante’, que nació un 5 de julio hace más de un siglo en la provincia de Málaga.

La institución andaluza también ha encomendado a la Consejería de la Presidencia, a través del Centro de Estudios Andaluces, la dirección de las gestiones y la coordinación de los contactos institucionales necesarios para llevar a cabo esta iniciativa.

Junto con la declaración aprobada, el Consejo de Gobierno insta también a participar en la conmemoración a las principales instituciones públicas de la comunidad autónoma, especialmente el Parlamento de Andalucía, así como a las entidades privadas vinculadas a la figura de Blas Infante.

Una de cal y otra de arena para recordar a esta figura fundamental de nuestra historia. Porque como dice el refranero, «la memoria es traicionera».

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