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Asegura la Junta que la OMS ya había puesto la atención en este tipo de carnes y pide que su consumo sea “moderado”.

Ante el informe de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer dependiente de la Organización Mundial de la Salud sobre el efecto en la salud del consumo de carnes rojas y procesadas, la Consejería de Salud y la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha sostenido este martes que las informaciones “son acordes a las recomendaciones ya existentes sobre la ingesta moderada de este tipo de alimentos y la promoción de una dieta equilibrada en la población”.

“La propia OMS ya había puesto la atención en las carnes rojas y los embutidos”, recuerda la Junta, para añadir que el informe “invita a una reducción del consumo excesivo de carne roja, no a que haya que dejar comer estas carnes. Por tanto, profundiza en la recomendación actual de salud pública de que el consumo de carne roja debe ser moderado”.

“Los expertos recomiendan un consumo variado de alimentos y una dieta equilibrada, con la dieta mediterránea como eje central. Los embutidos pueden seguir consumiéndose según se recomienda en la pirámide de la alimentación: de una a dos veces por semana. Estos productos no pueden ser el patrón único de alimentación”, añade.

“Es fundamental centrar la atención en la prevención, no sólo a través de la alimentación, sino con hábitos de vida saludable como la actividad física y el deporte. Hay que evitar la alarma social y seguir apoyando una producción que garantice la seguridad alimentaria y calidad de estos productos”.

En todo caso, la Junta defiende la dieta mediterránea “que tiene en su tercer eslabón el consumo de carne, cuyos valores nutricionales y saludables está avalada por numerosos informes científicos y que fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010”.

Cabe recordar que la industria cárnica en Andalucía genera 7.232 empleos, con una facturación de 1.712 millones de euros y un valor de la producción ganadera de 1.618 millones de euros. El número de explotaciones ganaderas en las ocho provincias andaluzas asciende a 138.888.

Los peligros del TTIP

En parecidos términos se ha expresado la Confederación de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, que asegura que “el análisis pausado y sereno del mismo concluye que las bases de una dieta saludable son la variedad y la moderación, recomendaciones en las que coinciden todos los expertos desde hace años”.

“Ante la situación generada, se reclama prudencia, precisión y responsabilidad a las instituciones públicas a la hora de comunicar los resultados de sus investigaciones en todo lo concerniente a la salud y la alimentación”, insiste COAG.

“La apuesta del sector ganadero español por la calidad es de sobra conocida a nivel internacional. Una apuesta que está íntimamente relacionada con el modelo europeo de producción, basado en unos elevados estándares en materia de sanidad y seguridad alimentaria, respeto al medio ambiente y bienestar animal. Todo ello, con el compromiso de ofrecer a los consumidores un alimento saludable a precios asequibles”.

Con todo, COAG sostiene que “llama poderosamente la atención que el informe de la OMS no establezca diferencia alguna entre el modelo de producción europeo y el de EE.UU, en el que se permite la utilización de hormonas y antibióticos, sustancias prohibidas desde hace tiempo en la Unión Europea y por tanto en España. De ahí que desde COAG hayamos denunciado los peligros del Acuerdo Transatlántico de Libre Comercio (TTIP), (que la UE y EEUU están negociando en este momento de forma bastante opaca), para el modelo agrario europeo y la seguridad alimentaria”.