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Un debate para indecisos

Susana Díaz y Juanma Moreno se intercambiaron reproches en un debate donde el «y tú más» protagonizó un intercambio de discursos plano y casi sin propuestas. Antonio Maíllo fue un espectador del «pim, pam pum» y criticó a sus contendientes por su «complicidad» ante la corrupción.

Los que se han acostumbrado a ver los últimos debates electorales, no esperaban mucho de él pero la fuerza de los nuevos partidos era un aliciente para muchos de los electores. Sin embargo, desde el inicio, el debate se limitó a ser un tercambio sucesivo de monólogos entre la candidata del PSOE, Susana díaz, del PP, Juanma Moreno y de IU, Antonio Maíllo. La excesiva rigidez del formato impedía realizar un debate real, pese a los intentos de la presentadora, Mabel Mata, de intentar hacerlo de forma «dinámica y participativa».

Los reproches fueron una constante. Del PSOE al PP, del PP al PSOE y de IU a los dos. Juanma Moreno abría el primer bloque, centrado en el paro y la economía. Moreno Bonilla comenzó criticando a Susana Díaz por «no reunirse» con él para tratar el «pacto por el empleo» que propone el PP aunque al poco tiempo lanzó una de sus primeras propuestas: bajar dos puntos el IRPF autonómico, lo que, según Moreno, se traduciría en «400 euros más para los bolsillos de los andaluces».

La réplica, no exenta de reproches, llegó de la mano de Susana Díaz que se puso a la altura de las promesas, comprometiéndose a reducir el IRPF «entre un 2 y un 3,5% en la próxima legislatura», así como el impuesto de sucesiones.

Por su parte, Antonio Maíllo, destacó el papel de IU en el Gobierno andaluz, que sirvió para «reducir la Administración sin perjudicar a los trabajadores» e insistió en la necesidad de crear una banca pública «al nivel de la privada» con el objeto de crear empleo real.

Moreno criticó duramente a Díaz por el «exilio de miles de jóvenes» que no han encontrado empleo en Andalucía, un aspecto que Díaz respondió señalando que la Junta «está trabajando para traer de vuelta a los jóvenes a Andalucía», en referencia al Plan de retorno del talento. Por su parte, Maíllo también anunció que IU propondría un plan para el retorno de los jóvenes exiliados.

La corrupción, elemento principal de reproches

El segundo bloque, centrado en la corrupción, fue el más intenso, en el que los reproches fueron de un lado a otro como en un partido de tenis. En medio, Antonio Maíllo confesó sentirse en mitad de un «pim pam pum». Moreno, criticó a la candidata del PSOE por no pedir las actas a los ex presidentes del Gobierno andaluz, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, tras ser imputados por el Tribunal Supremo.

Al mismo tiempo cifró en «3.000 millones de euros» la cantidad presuntamente defraudada por los casos de corrupción en Andalucía: los ERE, el caso Invercaria y el caso de los cursos de formación. Por su parte, Susana Díaz, señaló que, como a cualquier andaluz, le «repugna» la corrupción, a la que considera que «hay que combatir de verdad y sin doble vara de medir, caiga quien caiga, porque la gente quiere hechos».

Asimismo, Díaz reprochó al candidato ‘popular’ que mantenga a imputados en sus listas, algo que Moreno ha negado que fueran «por casos de corrupción». «No llevo imputados en las listas, ni buenos ni malos, no he cobrado sobresueldos y he hecho públicas mis declaraciones de la renta desde que soy presidenta, la mía y la de mi marido, para no encontrarme en mi garaje algo que no supiera como se ha pagado», enfatizó Díaz, quien pidió a Moreno que haga pública su declaración y que diga si él ha cobrado algún sobresueldo, a lo que ha dado una respuesta negativa con un tajante «no».

Moreno hizo hincapié en que «si hay algo que ha generado desafecto y tristeza a los andaluces ha sido la corrupción» y le ha preguntado a la presidenta de la Junta que, «si tanto le repugna la corrupción, por qué no ha comparecido en el Parlamento, tras pedirlo hasta en seis ocasiones». También le ha recordado que le solicitó un acuerdo para luchar contra la corrupción, pero «la soberbia se lo impidió» y considera que «la política se hace entre todos».

En su turno, Maíllo destacó «la gravedad» de la corrupción, vinculada a «gente sin escrúpulos»; ha hecho hincapié en que «desde el primer minuto de IU en el Gobierno la corrupción ha sido cero» y ha abogado por que «nadie pueda meter el dinero en la caja». De igual forma, recordó a Díaz que cuando su formación pidió una comisión de investigación sobre toda la corrupción en Andalucía, «nos desalojaron del Gobierno». Para Maíllo, «hay que afrontar la corrupción ejerciendo medidas, abriendo y reabriendo todos los expedientes, creando normas y una comisión permanente para ello». Por ello, exigió a las dos formaciones que «pidieran perdón» por la corrupción.

Servicios públicos

En relación con la educación, el candidato popular, Juanma Moreno, criticó que Andalucía es también la comunidad que «menos invierte por alumnos, cuando hay otras que la duplican». Moreno ha reprochado a Díaz que «haya decidido que Andalucía sea la última de España en algo tan elemental como es la educación, a pesar de disponer de más de 30.000 millones de euros de presupuesto».

Durante su intervención, el candidato popular ha aprovechado para mostrar uno de los libros de texto gratuitos de los que habla la presidenta con las hojas «rotas»: «hechos y no palabras, vamos a ser serios», ha pedido el candidato popular a Moreno a Díaz, a la que ha instado a recorrer Andalucía para conocer la situación en los hospitales andaluces y el «colapso» en los servicios de urgencia, con 95.000 personas en listas de espera quirúrgica.

Según Moreno, en Andalucía hay actualmente 20 hospitales paralizados y es evidente que existe falta de planificación en la sanidad pública. Ha criticado que Díaz hable todos los días de política social cuando ha «expulsado» a 4.500 interinos del sistema educativo, a lo que la presidenta le ha respondido que eso es «falso».

Susana Díaz, que inició su intervención apuntando que «su vida es la de la hija de una familia trabajadora que ha sabido lo que es no poder comprar a veces un libro de texto». Díaz indicó que en Andalucía se han blindado derechos en la educación «que se han perdido en otras comunidades» donde gobierna el PP, como la gratuidad de los libros de texto o los servicios de comedor.

La candidata socialista defendió que, al tiempo que en esta comunidad los precios de las tasas universitarias son inferiores en relación con la sanidad que en comunidades gobernadas por el PP, donde «se han perdido derechos como la gratuidad de las medicinas para menores de un año o la prueba del talón gratuita, que se siguen mantiendo en Andalucía».

La candidata socialista reprochó al Gobierno central que «haya tratado de impedir en varias ocasiones la subasta de medicamentos en Andalucía y sus recortes en materia de dependencia, lo que está ocasionando que Andalucía esté costeando este servicio «a pulmón», porque es una prioridad de su Ejecutivo.

El candidato de IU, Antonio Maíllo, manifestó que su experiencia como profesor le ha demostrado «la importancia de los servicios públicos en Andalucía, como una educación que atienda las necesidades del alumnado», pero, según ha lamentado, el pacto entre PP y PSOE en septiembre de 2012 para reformar el artículo 135 de la Constitución «supuso anteponer el pago de los intereses a los bancos a la protección de los servicios públicos esenciales, lo que ha supuesto desazón, dolor y recortes durísimos». Ha preguntado a Díaz y Moreno si están dispuestos a que se cambie ese artículo constitucional para anteponer los programas sociales al pago de deuda.

Maíllo señaló que IU apuesta claramente «por el reforzamiento de los servicios públicos esenciales, con un amplio diálogo con los protagonistas, y que la crisis no se los lleve por delante». Ha considerado además que «hay que parar cualquier estrategia de privatización en las universidades públicas, como pretende el Gobierno central con el plan 3+2. El candidato de IU ha preguntado a Moreno si está dispuesto a pedirle al presidente del Gobierno que derogue el decreto por el cual se elevó la carga lectiva del profesorado y supuso reducir personal».

Por último, los tres candidatos solicitaron al electorado su voto. Maíllo, apelando al «sentimiento de izquierdas» para evitar votar a otras formaciones como Podemos. Moreno apeló al «cambio tanquilo y la única alternativa posible para dejar atrás los 30 años del gobierno socialista» y Susana Díaz haciendo referencia a un «gobierno fuerte» que permita «crear empleo y blindar el Estado del Bienestar».

 

Nació en Sevilla y pronto supo que lo suyo sería la comunicación. Es licenciado en Periodismo en la Universidad de Sevilla y Máster en Marketing Digital por la Universidad de Málaga. Especialista...