Un grupo de jóvenes andaluces emprende un blog como fábrica de ideas para recuperar y reivindicar una Andalucía “que existió y que no fue”.

Gonzalo Gragera (22 años), Jaime Fernández-Mijares (24 años) y Carlos Afán (21 años) son estudiantes  sevillanos. Son tres de los ocho integrantes que –de momento- forman Andaluces Regeneráos, un cuaderno para la regeneración política, económica y cultural de Andalucía, como ellos mismos se definen.

“Somos personas que queremos dar, desde el respeto, un golpe en la mesa para reivindicar una Andalucía que en su día existió en la mente de una serie de personalidades, pero que se ha ido diluyendo en la democracia y de la que hoy por hoy no queda ni la sombra de lo que fue”. Lo dice Gragera, quien, tras leer  ‘Andalucía tercer mundo’ (Antonio Burgos, 1971) empezó a buscar entre autores y personalidades andaluzas, lo que lo llevó a pasar por José María Osuna, Manuel Clavero o Alejandro Rojas-Marcos. “Tras darle vueltas vi que lo que leía no es lo que hay hoy. Incluso en el ambiente no es lo que yo veo”.

Tras un verano en el Reino Unido, y una conversación con uno de sus profesores de Derecho, el andalucista Fernando Álvarez-Ossorio, apostó por poner en marcha la idea que andaba tiempo madurando en su cabeza. Finalmente en noviembre de 2013, no sin la ayuda de más compañeros, abrió el blog, escribiendo junto con compañeros, amigos o conocidos suyos con el objetivo de analizar y reflexionar para aportar ideas. El proyecto, era ya una realidad y había empezado a andar. Desde entonces ha ido sumando componentes y son varios los artículos que cada semana cuelgan en este cuaderno. El destino, como él mismo reconoce, “se irá construyendo a medida que vayamos caminando”. Su objetivo es reunir “una amalgama de ideologías y personas libres que aglutine diferentes perspectivas en un discurso regeneracionista”.

Durante el encuentro la conversación evoluciona inevitablemente hacia la historia y la educación y parece que la sensación es generalizada al hablar del proceso autonómico y la política andaluza de los 70 y 80 del pasado siglo. “A nadie en la universidad le enseñan eso. Lo que te llega es de oídas y meramente anecdótico. Una vez que empiezas a indagar surge el gusanillo” reconoce Jaime Fernández-Mijares, al que resta una asignatura para finalizar sus estudios de Derecho.

Dice, sin vehemencia, pero con seguridad que “no tratamos de gustar a alguien, sino hacer una crítica constructiva teniendo en cuenta como piedra de toque aquella Andalucía de finales de los años 70 y principio de los 80, que hoy está olvidada”.

Y por olvido y desconocimiento el diálogo acaba desembocando en una escena que de forma unánime, han vivido los tres en sus colegios o institutos. “Yo he pasado por todo tipo de colegios, y  en Lengua e Historia, al final del libro había un apartado de Andalucía, que nunca entraba. El profesor directamente no lo daba porque siempre íbamos mal de tiempo” expone Carlos Afán, el más joven de los tres. Él no sólo responsabiliza a la administración por los planes o contenidos educativos porque cree que “si tienes la verdadera voluntad de enseñar al alumno lo haces”. Desde su punto de vista “esto puede deberse quizás a la falta de voluntad o de amplitud de miras de los propios profesionales de la educación”.

La conversación, muy viva, continúa su curso y desemboca, inevitable, en la política actual, donde Gragera nota “una falta de carencia de ideas absoluta entre las sesiones del Parlamento de Andalucía, que parece un sainete más que un ejercicio de retórica y dialéctica” lo que a su juicio explica “que no conecten con el electorado”.

Precisamente como respuesta a esta percepción, este grupo de jóvenes aboga por “resucitar unos valores políticos y culturales que se vieron en la Andalucía preautonómica y que, con la llegada de ésta, se perdieron, convirtiéndonos en un territorio más”. Sin embargo Gragera dice no definirse andalucista “sino una persona a la que le gusta la identidad de su Comunidad y cree que esa identidad merece un sitio”. En esto, también hay diversidad de opiniones en el grupo. “No tengo problemas en decir que defiendo el nacionalismo cultural andaluz. No considero que ese nacionalismo sea peligroso, a diferencia de otros independentistas o violentos” según defiende Carlos Afán, algo que suscribe a su vez Fernández-Mijares.

“Yo la diversidad la entiendo como sinónimo de riqueza” explica Gragera. Para él los andaluces “no podemos ser siempre los pobrecitos o los simpáticos”. Quizás por eso ve “la necesidad de asentar unos valores olvidados, limpiarlos y ponerlos en el escaparate, para que quién esté interesado y pueda aportarnos algo, se sume. Esto es un foro de ideas y no un partido político”.

Además de ellos tres, Álvaro Guijo, Antonio Leal, Diego Bermúdez, Pablo Martínez o Mariano Pérez de Ayala aportan sus reflexiones y análisis de forma habitual. Todo ellos son jóvenes de entre 20 y 24 años y conocen de cerca materias como la economía, el derecho, la dirección de empresas o la comunicación. Todos conforman Andaluces Regeneráos.

*Desde mañana, Día de Andalucía, podrás encontrar un resumen con lo mejor de Andaluces Regeneráos de forma habitual en Sevilla Actualidad.

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Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...