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La Junta de Andalucía regulará el uso del cigarrillo electrónico en sus centros sanitarios y educativos hasta que haya una normativa nacional.

La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha anunciado que la Junta de Andalucía regulará el uso del cigarrillo electrónico en sus centros sanitarios y educativos hasta tanto haya una normativa nacional en relación a la utilización de este tipo de productos.

En el marco de la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), celebrada en Madrid, Sánchez Rubio ha explicado que a principios del próximo mes de enero entrará en vigor dicha regulación para no permitir el uso del cigarrillo electrónico en los citados espacios.

La titular andaluza de Iguadad, Salud y Políticas Sociales, que ha expresado su satisfacción por que los cigarrillos electrónicos vayan a ser objeto de una normativa nacional, ha detallado que la regulación autonómica que se hará hasta que exista una norma de ámbito general para España se articulará en virtud de una resolución conjunta entre su departamento y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, por ser la competente en materia de centros educativos.

Sánchez Rubio ha recordado que este asunto se ha abordado en el Consejo Interterritorial del SNS precisamente a instancias de la Junta de Andalucía, que propuso introducir el tema en el orden del día de este órgano. La responsable andaluza ha considerado positivo que exista una normativa que regule a nivel nacional el uso de estos productos.

De hecho, en países como Francia se ha prohibido su uso en todos aquellos lugares en los que está prohibido fumar tabaco. En esta línea, Malta lo ha prohibido en los espacios públicos cerrados, así como en bares, restaurantes y lugares de trabajo. Por su parte, Bélgica y Luxemburgo consideran el cigarrillo electrónico un producto de tabaco si contiene extractos de tabaco, e Italia ya anunció en julio de 2013 que quería prohibir su uso en los colegios y prohibir su venta para menores de 16 años.

Asimismo, la consejera andaluza ha indicado que los inspectores de salud elaborarán un protocolo para vigilar que en los establecimientos en los que se venden estos productos no se utilicen mensajes que induzcan a que se trata de una terapia válida para dejar de fumar ni a pensar que tienen un efecto beneficioso sobre la salud.

Igualmente, ha abogado por hacer un seguimiento exhaustivo de la publicidad de este tipo de productos. De hecho, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha declarado la prohibición de utilizar eslóganes sobre posibles beneficios para ayudar a las personas a dejar de fumar ligados a los cigarrillos electrónicos, ya que actualmente no existe evidencia científica que así lo corrobore.

Los cigarrillos electrónicos son dispositivos electrónicos que suelen vaporizar una mezcla de nicotina, glicol de propileno y otros compuestos químicos. Actualmente, desde Andalucía se está realizando un estudio exhaustivo sobre la composición de estos productos a fin de poder determinar la existencia de posibles sustancias no declaradas entre sus componentes y su posible impacto sobre la salud de las personas. Esta investigación se realiza entre la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y la de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.

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