Agentes de la Guardia Civil y la DEA

La Guardia Civil en colaboración con la DEA (Drug Enforcement Administration) de los Estados Unidos, así como con la DIRAN (Dirección de Antinarcóticos) de la Policía Nacional de Colombia y la Policía Nacional de Ecuador, han desarticulado una importante organización criminal dedicada a introducir cocaína en España por el Puerto de Algeciras, procedente de Sudamérica.

Se ha procedido a la detención de un total de 18 personas, de los cuales 16 son hombres y dos mujeres, y a la investigación de otros tres hombres. Los implicados tienen edades comprendidas entre 23 y 59 años, y son de nacionalidades colombiana, ecuatoriana, boliviana, española, albanesa y holandesa.

La operación policial se inició en el mes de abril del pasado año 2021, tras tener conocimiento los investigadores de un posible transporte de sustancias estupefacientes, desde las costas sudamericanas hasta nuestro país. Las primeras pesquisas mostraron que los cabecillas de la organización, asentada en España, de origen ecuatoriano y colombiano, se encontraban ingresados en prisión al contar con antecedentes por narcotráfico, detención ilegal y uso de armas de fuego, relacionados con los conocidos como «vuelcos» (robos de droga a otros narcotraficantes), en las localidades de Petrer (Alicante) y Alfafar (Valencia).

Dirección de la organización criminal desde prisión

Desde sus correspondientes centros penitenciarios y mediante teléfonos móviles que mantenían ocultos, estas personas daban instrucciones a sus colaboradores de confianza, quienes se encontraban en libertad y ubicados tanto en la Comunidad Valenciana como en la Región de Murcia, Colombia y Ecuador, para coordinar, no sólo el transporte de cocaína a gran escala hasta Algeciras, sino también el procesado de la misma en España, su transporte en vehículos “caleteados” y hasta su venta al menudeo.

El desarrollo de la investigación, llevó a los agentes ante un inminente trasporte de cocaína desde Ecuador en un contenedor marítimo, cuya carga ilegal estaría mezclada con mercancía pantalla, por lo que se estableció un dispositivo policial de control del envío ya desde su origen en América.

Novedoso método de ocultación

Una vez que dicho contenedor llegó al Puerto de Algeciras el pasado mes de octubre, se procedió a la inspección del mismo, hallándose 22.000 kilogramos de escamas multicolor de PET («tereflalato de polietileno», un tipo de plástico muy usado en la fabricación de envases de bebida y textiles), distribuidos en 906 sacos de 25 kilogramos cada uno, que tras su minucioso análisis arrojaron un resultado de 87 sacos que contenían unas partículas de color rojo y verde, mezcladas con las escamas de PET, no resultando sencilla su diferenciación a simple vista pero que, tras ser sometidas a un test especializado, ofrecían resultado positivo en cocaína.

Los agentes destacan la dificultad de la detección de la sustancia, no solo por el pequeño tamaño de las partículas, sino también debido a que la cocaína había sido sometida en origen a un proceso químico, que provocaba que no reaccionara al análisis de determinados test rápidos, y que tampoco fuera detectada por los canes especializados en la detección de estupefacientes.

Por todo ello y como primera fase de explotación, una vez retirada la carga ilegal, se estableció un operativo policial para la entrega controlada del contenedor inspeccionado, llevando a los agentes hasta una pedanía de la localidad murciana de Jumilla, donde se procedió a la detención de los seis varones que se disponían a almacenar la mercancía en una nave.

Inspeccionado dicho establecimiento, se encontraron 363 sacos similares y que también contenían escamas de PET, así como documentación relativa a su importación, lo que afianzó las sospechas de los agentes de que no era el primer transporte de droga que realizaban utilizando el mismo modus operandi.