La introducción del Archivo de la Cámara de Comercio, Industrial y Nevagación suponen un hito para el sistema Archivístico de Andalucía.

La Consejería de Cultura daba a conocer ayer que integraba el Archivo de la Cámara de Comercio, Industrial y Navegación de Sevilla en el Sistema Andaluz de Archivos, acción que supone un gran hito en la configuración del Sistema Archivístico de la comunidad. Se trata de uno de los grandes fondos privados existentes en la región, y su ubicación en Sevilla hace que se constituya como parte del patrimonio documental de Andalucía.

Sevilla Actualidad. La Consejería de Cultura ha sumado al Sistema de Archivos de Andalucía, los documentos procedentes del archivo de la Cámara de Comercio, Industrial y Navegación de Sevilla.

Éste fondo está compuesto por un conjunto de documentos indispensables para conocer a fondo la historia del comercio transatlántico con las Indias entre los siglos XVI-XIX. Se trata además, de una documentación complementada con otras colecciones documentales conservadas en el Archivo General de Indias.

De entre los diferentes fondos que constituyen el archivo de la Cámara de Comercio, Industrial y Navegación de Sevilla se destacan: Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla (1886-2004), Consulado de cargadores a indias (1543-1784), Consulado Nuevo de Sevilla (1784-1829), Tribunal de Comercio (1829-1868), y Universidad de Corredores de Lonja (1405-XIX).

En cuanto al  ‘Fondo del Consulado de cargadores a Indias’, fue creado por Real Provisión de Felipe II el 23 de agosto del año 1543 en la ciudad de Sevilla, y nacía con un doble carácter: de una parte, como corporación de todos los mercaderes y comerciantes involucrados en el tráfico de las Carreras de Indias; y de otra, como tribunal privado encargado de resolver, con una mayor prontitud y economía, de los que se venía haciendo en la Casa de la Contratación, los pleitos y disputas surgidas entre sus miembros como consecuencia del ejercicio de sus actividades mercantiles.

De esta manera, tenía funciones delegadas por la propia Corona como puede ser el cobro de impuestos, la intervención de los naufragios y la participación en el apresto de flotas, entre otros.

Tuvo su sede en Sevilla hasta 1717, año en el que se traslada a Cádiz, y permanecerá en dicha ubicación hasta que se suprime en 1868 y permanecerá hasta que se suprime por decreto-ley de unificación de fueros en 1868.

El fondo del Consulado de cargadores a Indias es indispensable para conocer la historia del tráfico indiano (España/América) durante los siglos XVI, XVII y buena parte del XVIII, teniendo un gran valor histórico para el estudio del comercio y la navegación, las relaciones de los comerciantes con la Corona y otros grupos mercantiles monopolistas indianos como los de México y Lima.

El ‘Consulado Marítimo y Terrestre’, más conocido como ‘Consulado Nuevo de Sevilla, para diferenciarlo del Consulado de cargadores a Indias, fue creado por Real Cédula de Carlos III de 24 noviembre de 1784. Como organismo independiente al consulado trasladado a Cádiz, recibiría una serie de disposiciones que le serían propias, y obedecería a los deseos de la Corona de promover la actividad comercial. Nuevamente, como tribunal de carácter privado, le correspondía resolver litigios de todos los asuntos relativos al comercio tanto terrestre como marítimo, de entre los que destaca asuntos sobre ventas, compras y tratos mercantiles, portes, fletes, averías, quiebras, compañías y seguros.

El fondo del Consulado Nuevo de Sevilla es indispensable para conocer la historia del comercio y la navegación durante los siglos XVIII y XIX. Destacando las series de expedientes de quiebras, pleitos, cobro de letras, averías, seguros, fletes y el cumplimiento de contratas.

La documentación del fondo de Tribunal de Comercio la componen, en su gran mayoría, los expedientes de pleitos y quiebras comerciales, siendo una fuente de valor excepcional para el estudio de la historia del comercio y la coyuntura económica de mediados del Siglo XIX.

El denominado ‘Código de Comercio’ de Fernando VII, de 1829, establece la existencia de los Tribunales de Comercio, y los generaliza a las principales ciudades y localidades de importan-cia mercantil. Estos tribunales, a diferencia de los ordinarios de justicia y en la línea de los antiguos consulados, eran al mismo tiempo  órganos de justicia mercantil, es decir, fomentado-res del comercio, y de las actividades económicas, corporaciones mercantiles en suma. Estaban formados por el Prior, o Presidente, y los Cónsules o miembros.

Así mismo, al igual que los fondos de los Consulados y del Tribunal de Comercio, los documentos de la ‘Universidad de corredores de Lonja’, son de gran valor para el estudio de las transacciones comerciales, a través de de sus expedientes, los cobros de letras, vales reales, pago del montepío de viudas y pulidos, expedientes de intromisión en el oficio ‘zánganos’.

Los ‘corredores de lonja’ eran el conjunto de agentes o intermediarios en los que se deposita la fe pública del comercio, estando autorizados para intervenir en las operaciones comerciales realizadas en la Lonja. Poseían un oficio público en el orden mercantil, a semejanza del escribano público en lo civil y criminal, si el escribano autorizaba los contratos entre particula-res, los corredores autorizaban los que se celebraban entre comerciantes, y aun entre los que no lo eran, siempre que fueran sobre materias mercantiles.

En Sevilla hay constancia de la existencia de corredores, organizados como Universidad, ya en tiempos de Alfonso XI, a los cuales se les concedió determinados privilegios para ejercer su oficio. Como agrupación gremial, desde el Siglo XV, pertenecieron a la cofradía de San Leandro, que perduró hasta la extinción de estos corredores, en el Siglo XIX donde pasa a llamarse Colegio de Corredores.

La concepción de este archivo como un conjunto único, se entiende desde la perspectiva de conexión que supone custodiar, organizar y servir la documentación de cualquier época y soporte material, producidos y recibidos por la Cámara en el ejercicio de sus funciones. Todo esto conservado y debidamente organizados, conforman un patrimonio con fines de gestión, defensa de derechos, información, investigación y cultura.

www.SevillaActualidad.com