Casi la mitad de los andaluces consideran que la crisis afecta más a Andalucía que al resto del país. Desconfían de que la economía andaluza pueda superar la crisis, al considerarla “poco o nada preparada” para salir adelante.
La crisis está haciendo estragos en el país aunque existen regiones donde los efectos son percibidos de forma mucho más intensa. Es el caso de Andalucía donde, según el último barómetro del CIS, la mayoría de habitantes tienen una imagen muy negativa de la gestión y las finanzas autonómicas que contagia a la percepción que tienen los andaluces sobre las posibilidades de salir de la crisis. La conclusión, tras un análisis de los datos, es que los andaluces desaprueban la situación en la que se encuentra la comunidad y consideran que van a tener que sufrir más que el resto para salir de la crisis.
Los datos, recopilados entre septiembre y octubre del pasado año, evidencian que los andaluces tienen una preocupación en la cabeza: el paro. La gran mayoría (85,7%) creen que el desempleo es el principal problema de la Comunidad, que atribuyen a la crisis global (44,2%), a la política del Gobierno central (42,4%) y la gestión autonómica (36,2%). Por detrás de el paro están los problemas económicos (30%) y, en tercer lugar, los políticos (17,3%).
A tenor de los datos, la economía y la política son los dos grandes lodazales de Andalucía. El 70% entiende como mala o muy mala la política andaluza, un porcentaje que alcanza niveles de alerta roja cuando se refieren a la economía ya que para el 86% de los andaluces, la situación de la economía en Andalucía es negativa.
Por si esto fuera poco, la mayoría de los encuestados (44%) perciben que la situación económica de la Comunidad es peor que la del resto del país y que ha empeorado en el último año. El 57,3% de los encuestados por el CIS opina que la situación política andaluza es peor o mucho peor que hace un año, una opinión que alcanza el 75,3% en el caso de la situación económica.
Asimismo, un 41% de los encuestados califica la gestión del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, como “regular”, un 18,8% la califica de “buena o muy buena” mientras que un 25,9% la considera “mala o muy mala”. En cuanto al nivel de confianza que inspira el presidente de la Junta, el 38,6% de los encuestados responde que «poca confianza». Un 24% de andaluces opina que Griñán no les ofrece «ninguna» confianza, por el contrario el 25,4% señala que da “mucha o bastante”.
Pero uno de los datos más significativos junto a los anteriores es que la mayoría de andaluces ven difícil la salida de la crisis. La mitad de los encuestados (48,5%) opinan que Andalucía está “poco preparada” para superar la situación actual y otro 26,8% creen que la economía de la Comunidad está “nada preparada”. Sólo el 15,7 por ciento ve a la región “bastante preparada” y un 1,5%, «muy preparada». Una imagen muy negativa la de los andaluces sobre el impacto que está teniendo la crisis en la Comunidad y sus posibilidades de recuperación.
El PP cae, el PSOE se desploma
A nivel estatal, el barómetro del CIS correspondiente el mes de abril ha arrojado unos datos interesantes con respecto a la intención de voto. La encuesta del CIS, basada en 2.482 entrevistas realizadas en 236 municipios de 46 provincias entre los días 1 y 8 de abril, acompaña la caída de los dos grandes partidos con un ascenso tanto de Izquierda Unida como de UPyD, que cosechan su mejor dato de los últimos años.
Según el estudio, el PP contaba en abril con una estimación de voto del 34%, un punto menos que en la encuesta de enero y diez puntos por debajo del resultado que logró año y medio antes, en las elecciones generales de noviembre de 2011. Pero pese a su caída, el PP aumenta un punto su ventaja sobre el PSOE (5,8 en abril frente a los 4,8 de enero). Y es que a los socialistas se les atribuye una estimación de voto del 28,2 %, dos puntos menos que en enero y por debajo incluso de su porcentaje de las generales de 2011.
Por su parte, el CIS atribuye a Izquierda Unida un voto ya decidido del 7,1% y una estimación de voto una estimación de voto del 9,9%, tres puntos más de lo que consiguió en las generales de 2011. A UPyD se le calcula una intención directa de voto del 4,1% que podría llegar a un respaldo del 7,4%, tres puntos más que en las generales.