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El verano no debería de ser sinónimo de abandono de las mascotas por no tener con quien dejarlo, o no poder pagar un hotel o residencia. Las asociaciones y perreras están saturadas durante todo el año. En Andalucía se abandonaron el pasado año 20.000 perros.

Irene Arellano. No es extraño encontrarse con animales abandonados. Siempre ha pasado. El problema llegaba, años atrás, cuando la familia en la época estival se iba un mes de vacaciones y no «tenían con quien dejar al animal». Ahora esas estancias tan largas ya forman parte del ayer. Pero sin embargo el número de abandonos  se ha incrementado. Y lo peor es que las desidias se han hecho extensivas a todo el año.

Las perreras y las asociaciones de acogida de toda Andalucía están abarrotadas todos los meses del año. «Estamos saturados» es la frase más común cuando se les pregunta a éstas por el estado en el que se encuentran y si sería posible albergar a más animales.

Asimismo, hay casos en los que el número de acogidos, y es que no son sólo los perros, también hay otros como es el caso de los gatos, se duplica e incluso se triplica sobre las posibilidades de las asociaciones. Así, por ejemplo hay algunas en las que se tienen acogidos a unos 250 cuando la capacidad real es de 70.

Por lo general, los que acogen suelen ser las personas que colaboran con la asociación, pero en muchos casos los animales son acogidos por voluntarios que los cuidan en sus casas particulares. Ellos corren con los gastos del mantenimiento, veterinaria, alimentación y demás cuidados.

Si la media de animales acogidos en cada asociación y perrera ronda los 200, al multiplicar la cifra por toda Andalucía el total puede resultar escalofriante.

Cuando un animal es recogido, en la mayoría de los casos se encuentran en una situación lamentable debido a que pueden llevar varios días perdidos o haya sido maltratado. Muchos están al borde de la muerte, sufren alguna lesión de gravedad, están llenos de garrapatas o con enfermedades que en algunos casos son difíciles de curar y por falta de medios terminan muriendo, según explican las fuentes de las asociaciones de acogida.

Abandonar a un ser vivo no tiene justificación, pero los dueños que entregan a sus mascotas se inventan excusas tan vanales como que no tienen con quien dejarlo, o que tienen niños pequeños y ya no pueden mantener al animal, según explica Isabel Rodríguez, secretaria de ‘Arca de Noé’ en Sevilla.

En el caso de que sea un centro destinado exclusivamente a la recogida de animales vagabundos, en múltiples ocasiones, los dueños llegan con el animal alegando que se lo han encontrado, aunque por el buen estado del animal se ve claramente que no es un abandonado.

En Andalucía, el año pasado se abandonaron 20.000 perros, lo que supuso el incremento de un 10 por ciento con respeto al 2007. Con estas cifras tan elevadas, la comunidad autónoma se sitúa en el séptimo lugar a nivel nacional. «Este año la cifra va en aumento» según explica Jorge Gago, responsable de Marketing de Pedigree en España.

No compres, adóptalo

Desde las diferentes asociaciones se propone la opción de adoptar a los que ya están acogidos y que no se compren más animales nuevos. Además en las páginas webs, como la de ‘Arca de Noé’ se ofrece la posibilidad de ver a los animales que se pueden adoptar.

El problema está en la moda, que como en todo, también hay razas que están de «moda», tipo «yorkshire», y en la edad de los animales, la gente prefiere a los cachorros antes que un animal que ya tenga varios años. Estos son inconvenientes que dificultan las adopciones.

Ahora, a mediados de verano, las asociaciones y perras ya no pueden acoger a más. Hay una necesidad imperiosa de que para que puedan seguir entrando animales se tiene que producir la salida de los que ya están dentro, y desafortunadamente,  éstas son «nulas».

Otra cosa que es necesaria, es que se ofrezcan más casas particulares de acogida, ya que hay animales en situación extrema que necesitan de cuidados, este es el caso de «Suerte» un perro que llegó a ‘Arca de Noé’ tras recibir una brutal paliza. Pero todo esto no sería necesario si los dueños no los abandonaran a su suerte.

«Parece mentira que estemos en Europa», dice Montse, voluntaria de ‘Adóptalo’ de Cádiz, en otros países, como Alemania, «las perreras no existen, y sin embargo en España están saturadas».

Los animales también tienen lugares de «veraneo»

Si los dueños se van de vacaciones, los animales también. Para ello están los hoteles y residencias. Éstas están acondicionadas para que las mascotas se sientan como en casa. La calle, es para pasear, no para vivir. Los hay para perros, gatos e incluso pájaros. En ellas se les saca a pasear, se les adiestran, tienen servicio de veterinaria, peluquería.

Los precios oscilan entre los siete y los catorce euros la noche. Todo depende del tipo de mascota y la temporada. Con estas alternativas ya no hay excusas para abandonar a los animales.

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