Rafael San Martín Ledesma fue uno de los convocantes de la histórica manifestación del 4 de diciembre de 1977 por la Autonomía del pueblo andaluz/Alejandro Copete

Sevillano, andaluz y periodista de profesión, Rafael Sanmartín Ledesma es, en sí mismo, una crónica que atesora los versos de las pequeñas historias de la Autonomía andaluza. Esas que el poder institucional ha dejado al margen de la Historia para levantar un artificio funcional a sus intereses. Habla sin miedos. Fresco y lúcido. Un 4 de diciembre de hace 35 años convocó una histórica manifestación que marcó un primer hito en las movilizaciones por la autonomía del pueblo andaluz.

En la Plaza Nueva, el frío arrecia esta mañana de febrero. Pasan los minutos de la espera de rigor. El entrevistado se ausenta, rara ausencia la de Sanmartín, no se acordaba de la entrevista. Apurado, disculpa su demora. La bandera de Andalucía luce hoy en la fachada del Ayuntamiento de Sevilla y Sanmartín es, en parte, culpable de encender una mecha que culminaría -o a penas estaba por empezar- un 28 de febrero de 1980. Una fecha mágica en la que Andalucía dijo ‘Sí’.

¿Cómo fue la campaña electoral para el voto del ‘Sí’ en el referéndum del 28 de febrero de 1980?

Una fiesta multitudinaria. Hasta entonces, las campañas electorales tenían 20 días y a nosotros nos la rebajaron a 15, que decidimos no respetar a pesar del riesgo de impugnación. No se atrevían a hacer más de lo que habían hecho para impedir que Andalucía consiguiera la Autonomía. Fue la primera y única campaña netamente popular en todo el mundo.

Por encima de las de la Junta, los partidos o las asociaciones, lo más importante fue que cada vecino animaba a su vecino. En sitios como el barrio de Los Pajaritos de Sevilla o en la localidad de Pedrera no se veía el cielo por las banderas. Estaban en todas partes. Se hicieron muchas actividades populares, como una caravana de camiones que recorrió Andalucía, carreras de relevos y muchísimos festivales donde se buscaba más la animación que recaudar fondos, ya que realmente no hacían falta.

El referendum

El 28 de febrero el 93,7% de los andaluces que acudieron a votar lo hicieron por el ‘Sí’ a la autonomía de Andalucía. Ese resultado no se ha dado jamás en ningún lugar del mundo.

Los artistas actuaban convencidos, actuaban pidiéndole el voto a la gente… Se trató de un movimiento de base para pedir a todo el mundo que votara. Y el resultado fue que el 28 de febrero, el 93,7% de las personas que acudieron a votar lo hicieron por el ‘Sí’. Ese resultado no se ha dado jamás en ningún lugar del mundo. Eso da muestra de hasta qué nivel los andaluces de aquel momento sabían lo que querían, y eso era la Autonomía.

¿Silenciaron las autoridades o los medios de comunicación la campaña?

No lo creo en absoluto. Recuerdo una portada de El Correo de Andalucía -que, por desgracia para nosotros, el de ahora no es como el de entonces- con un chiste de Martín Morales con pregunta tan farragosa del referéndum y un personaje muy alegre que exclamaba un ‘Sí’ que ocupaba toda la ventana. Eso era porque la gente iba a votar afirmativamente pusiera lo que le pusiera en la papeleta. Otros ejemplos fueron el de ABC de Sevilla, Diario Sur, Ideal de Granada, Diario de Cádiz, Córdoba… y las diferentes emisoras de radio, que estaban totalmente volcadas con el referéndum.

Quizás RTVE bajo el gobierno de UCD…

Ten en cuenta que TVE en Andalucía era un informativo de 15 minutos llamado Telesur. Y eso era todo. Tenía muy poco peso. Dominaba más la radio. Aunque como vemos hoy en día, la dinámica ha cambiado por completo. Pero el movimiento de los medios de comunicación que estuvieron a favor del ‘Sí’ fue clave. El Correo de Andalucía sacó en la portada del 28-F un texto escrito a mano en el que se decía “Hoy es el gran día”.

¿Cómo es que todo ese gran movimiento andalucista no se vio refrendado en las primeras elecciones autonómicas?

Fueron varias las razones. La primera es que el partido que está ahora en el poder tenía una fuerza y una credibilidad en aquel momento. Tenía un nombre, un pasado, aunque no responda a él en absoluto: tenía una imagen, en definitiva. El PSOE asumió indebidamente el hecho andaluz, que no andalucista. Se hizo pasar por andalucista y engañó a la gente, porque hay que recordar que el 28 de diciembre de 1979, imposibilitó que Andalucía consiguiera la Autonomía al votar la Ley de Referéndum, que salió únicamente con los votos de UCD y PSOE. Todos los demás estuvieron en contra y Alianza Popular se abstuvo. Esa es la ley que intentaba hacer imposible que pudiera prosperar un referéndum que no tuvieron que pasar las tres comunidades del norte. A pesar de haber votado eso, vencieron. A los hechos me remito: en 35 años estamos peor que entonces. Hemos avanzado, pero menos que todas las demás.

PSOE ante el hecho andaluz

El PSOE asumió indebidamente el hecho andaluz, que no andalucista. Se hizo pasar por andalucista y engañó a la gente. UCD y PSOE votaron la Ley de Referéndum que imposibilitó que Andalucía accediese antes a la autonomía.

¿Se puede comparar con la política actual del PSOE en cuanto al sentimiento andalucista?

El PSOE necesita ahora mismo a Andalucía mucho más que entonces. Ha perdido mucha credibilidad y debería haber perdido muchísimo más por las políticas que ha llevado. Pero mucha gente vive del pesebre y otra no se da cuenta de lo que está pasando. El PSOE necesita defender una solución para Andalucía, aunque sólo sea de palabra, ya que busca enfrentarse al Gobierno central. En mi primer mitin de campaña, que me tocó con uno del Partido Comunista y otro del Partido Socialista, recuerdo perfectamente las palabras de este último: “Bueno, el referéndum no se va a ganar. Lo que ocurre es que no es lo mismo que se pierda por un 80 que por un 20 por ciento. No es lo mismo que se pierda en seis provincias y se gane en dos o que se gane en dos y se pierda en seis; porque entonces la fuerza que nosotros tendríamos para enfrentarnos al Gobierno sería mucho mayor”. Lo que buscaba en aquel momento no era que Andalucía ganase el referéndum. Quería una fuerza para enfrentarse a la UCD. Es una política muy sucia, muy poco defensora del pueblo y de estar al lado de quienes lo necesitan. Quiero recordar que fue uno de los principales culpables de los asesinatos de Casas Viejas y que se opuso, además, a que hubiera una comisión de investigación.

¿Y la segunda razón de que el andalucismo no se viera apoyado en las urnas?

Decía Winston Churchill que los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. Y hay que reconocer que el Partido Socialista de Andalucía, hoy Partido Andalucista, cometió muchos errores. Esos fallos, en un partido nuevo que no tenía la historia de otros, un partido que necesitaba ganar credibilidad, hicieron que no se consiguieran esos objetivos. Tanto por la fuerza de otros como por los errores propios en gran medida. El PSA, en las segundas elecciones, consiguió cinco diputados. ¿Por qué en las siguientes no sacó nada cuando ese grupo de cinco pasó a siete y parecía que el andalucismo estaba triunfando? Me remito a lo anteriormente dicho. El PA debería hacer un análisis en profundidad de todos los fallos que ha tenido con absoluta honradez, sin miedo y con objeto de no volver a repetir nada parecido y tomar otro camino. Actualmente lo está intentando, pero debería hacerlo más en profundidad.

¿Qué me dice de las últimas elecciones autonómicas?

El PSOE quedó demasiado bien. Si Javier Arenas y el PP hubieran sido menos torpes y más inteligentes -aparte de que no cumplieron lo que dijeron-, podrían haber ganado sobradamente. Tuvieron muchas meteduras de pata, y eso se paga. En España, y no solo en Andalucía, las primeras elecciones las ganó UCD. A partir de entonces, las sucesivas no las ha ganado nadie, las ha perdido el contrario. La gente utiliza el voto del rechazo. Como éste lo ha hecho mal, voto al otro para quitármelo de encima.

La gestión del autogobierno

No existe ni un motivo para alegrarse en estos 35 años de Autonomía. Tenemos más del 30 por ciento del paro total de España, con casos escandalosos y vergonzosos como Sevilla o Cádiz.

¿Existen motivos para alegrarse en estos 35 años de Autonomía?

Ni uno. Han puesto ordenadores, hay muchos televisores por habitantes…Estos no son índices de confort. Tenemos más del 30 por ciento del paro total de España, con casos escandalosos y vergonzosos como Sevilla o Cádiz. Entrar en la Unión Europea no ha servido para nada, ya que se han llevado muchísimas empresas a cambio de tres carreteras. Y, en otros casos, la última ha sido Cajasol de una forma que estoy convencido de que es ilegal, porque no viene en los acuerdos de fusión. Creo que el fiscal de delitos económicos debería intervenir y analizar la absorción, porque pienso que no está justificada. Andalucía pierde empresas y puestos de trabajo de manera continua y al partido que está en el poder parece que le resbala todo. Cuando se llevaron Sevillana, el señor Chaves no movió ni un dedo. Cuando ocurre ahora, el señor Griñán no mueve ni un dedo. No hacen absolutamente nada, como si no fuera con ellos. Y realmente puede ser que no vaya con ellos.

¿Hay esperanzas para perspectivas de futuro más optimistas?

La única sería que la gente cambiara el voto a los dos partidos centralistas. Olvidarse del voto útil y de la ingobernabilidad. Un país no es más estable porque un partido tenga todo el poder, eso nos acerca a la dictadura. Hoy en día tenemos una dictadúo, entre dos. No tenemos una verdadera Democracia y un ejemplo de ello es que lo último que ha hecho el Gobierno es cobrar unas cantidades astronómicas para poder recurrir sentencias. La Justicia solamente para ricos. No se cumple la Constitución. La gente debe darse cuenta de que hay que votar en conciencia al que creas que verdaderamente te representa.

¿Cómo funcionaba Averroes Estudio Andalucía?

Éramos un grupo cultural que buscaba la mejora de Andalucía, pero también entrábamos en los terrenos de lo ecológico, lo económico… En todo lo que se pudiera. Éramos muy pocos, pero hacíamos lo que podíamos en toda Andalucía. Tuvimos varias acciones en lo urbanístico con gran éxito, como evitar que se derribara el puente de Triana. También conseguimos que el Gobierno y los partidos tomaran cartas en el asunto de la urbanización en la punta del Malandar en Doñana. Éramos conocidos y temidos. Tanto que un periódico me declaró personan non-grata y el PSOE nos metió 20 o 30 personas en un plazo de cinco días para minarnos y destruirnos desde dentro.

La mecha del 4-D

La Asamblea de Parlamentarios reunida el 12 de octubre de 1977 en Sevilla no atendió a los convocantes de la primera gran movilización por el poder andaluz.

Cuando la manifestación del 4-D pasaba por el puente de la Aurora en Málaga, hubo un disparo que alcanzó a un joven sindicalista de Comisiones Obreras. Cayó en el acto. Era Manuel J. García Caparrós. Lo grave es que la bala procedía de la Policía y jamás se ha buscado el arma y quién disparó.

Y conseguir que se convoque la manifestación del 4 de diciembre de 1977…

Otras comunidades autónomas como Aragón, Canarias o Valencia tenían Juntas Preautonómicas que se estaban movilizando. Y aquí no se hacía nada. Había muchas reuniones en Torremolinos, en Granada, en Almería… pero todas infructuosas. Y todo lo que buscaban los diputados del PSOE era que Ceuta y Melilla fueran sacadas de Andalucía, porque, incluyéndolas, ellos ya no tenían la mayoría en la Asamblea de Parlamentarios. Entonces nosotros convocamos a los partidos, a los sindicatos, a las asociaciones… para tener varias reuniones a las que no asistieron ni PSOE ni UCD, lo cual hizo que se retiraran otros como CC-OO o UGT. Pero seguimos y lanzamos la convocatoria. El 12 de octubre se reunió la Asamblea de Parlamentarios en Sevilla y fuimos a presentarles un escrito donde se pedía que fueran ellos los que convocaran la manifestación. No nos recibieron y nos quedamos esperando en la puerta con banderas andaluzas, mientras que la gente nos veía, preguntaba el motivo de aquello y, al conocerlo, se quedaba. Cuando salían los parlamentarios, eran abucheados. Y viendo como estaban las cosas, y con miedo a perder el tren, esa misma tarde el PSOE dio el paso y decidió proponer la manifestación por la Autonomía. Nosotros la teníamos preparada para el 4 de noviembre, pero finalmente nos sumamos a la del 4 de diciembre para darle una fuerza común.

La gran fiesta del 4-D. Y por encima de todo, un nombre que ha pasado a la Historia por la tragedia…

Manuel José García Caparrós. Los presidentes de las diputaciones se habían reunido y decidieron poner la bandera andaluza en sus balcones. Pero se movían por un andalucismo “limitado”. El presidente de la Diputación de Málaga, Pancho Cabezas, se negó. Fue la nota discordante. Entonces, cuando la manifestación del 4-D de Málaga pasó por delante del palacio, un chaval se encaramó y colgó una bandera, pero no pasó nada. Sólo una pequeña carga policial que dispersó por un momento a la gente. La Policía, mal dirigida por el Gobernador Civil, porque aquello era una manifestación pacífica, realizó dos cargas sin necesidad alguna que sólo consiguieron poner nerviosa a la gente y crear malestar. Y cuando la manifestación pasaba por el puente de la Aurora, hubo un disparo que alcanzó a un joven sindicalista de Comisiones Obreras. Cayó en el acto. Era García Caparrós y, a día de hoy, no se sabe si tenía relación con la persona de la bandera. La gente ha confundido ambas historias, quizás por el boca a boca y los rumores. No lo sabemos a ciencia cierta.

Entonces estará contento por el homenaje de nombrarlo Hijo Predilecto a título póstumo…

Algo es algo. Deberían haber ampliado la Ley de Memoria Histórica antes de las críticas. Un hombre murió por la intransigencia de un gobierno caduco. Quizás la muerte fue causal, o quizás el autor le conocía y le odiaba. Lo grave es que la bala procedía de la Policía y jamás se ha buscado el arma y quién disparó. Recordemos que aún Blas Infante esta sentenciado por pertenecer a un partido nacionalista andaluz. Es nuestro símbolo y debe ser un ejemplo para todos.

¿Fue la única muerte de ese día? ¿Existen más mitos de ese día?

Creemos que sí, y ya fue bastante. Lo que si ocurrió es que los desórdenes fueron graves tras conocerse el fallecimiento con manifestaciones incontroladas en Málaga, Sevilla, Huelva… pero todo provocado por la mano asesina. Hubo enfrentamientos menores, como el caso de la capital hispalense con Fuerza Nueva apedreando a los manifestantes, pero ninguno de tal calibre. Para mí, el verdadero mito, si podemos llamarlo así, fue poner en la calle a casi cinco millones de personas. Fue una gran coordinación entre las capitales y ciudades más pequeñas. También salieron en Barcelona y Bilbao. Un movimiento de masas espectacular como jamás ha existido en otro lugar. Y lo han descabezado. Nos han hecho creer que la Autonomía solamente sirve para gastar dinero.

Una continua reafirmación

Después de la Conquista, Andalucía es una continua reafirmación, es buscar de nuevo su personalidad ante la invasión castellana. Y llevamos luchando contra ello desde 1492, ya que nuestra tierra es considerada tierra conquistada. Por eso nos quitan la Industria y las empresas. Se habla mucho del señorito andaluz, pero si observamos los nombres y apellidos, la mayoría son nobles de fuera que tienen posesiones en nuestra tierra. El señorito andaluz es castellano, catalán y vasco.

España y Portugal son reinos artificiales: los andaluces tenemos más en común con el Algarve que con León.
El flamenco es una respuesta a la dominación castellana.

¿Es el 4 de diciembre un ejemplo para futuras generaciones?

No solamente para nosotros mismos, sino para todo el mundo. En un referéndum libre, nadie ha conseguido los resultados que se dieron en Andalucía. Ni en Gales, ni en Escocia, ni en Quebec, ni en Timor Oriental, que hoy es independiente. Ese día se obligó a hacer el referéndum. Sin esa manifestación no sabemos lo que hubiera pasado, pero seguramente hubiéramos conseguido la autonomía limitada del artículo 143.

¿Qué parte de la extensa Historia de Andalucía le ha gustado más o piensa que hay que reivindicar aún más?

No tengo ninguna preferencia, aunque algunos compañeros me dicen que soy más romano que andalusí, pero solamente porque a veces le he dado más importancia a la época latina que otros. Pero para mí es importante la época tartésica, el intermedio entre Roma y Al-Andalús que se investiga muy poco y resulta que hay una lucha independista contra el imperialismo visigodo que eran ocupadores. Una época muy interesante pero poco estudiada que merece más atención. Sin embargo, pienso que todos los momentos son importantes. Después de la Conquista, Andalucía es una continua reafirmación, es buscar de nuevo su personalidad ante la invasión castellana. Y llevamos luchando contra ello desde 1492, ya que nuestra tierra es considerada tierra conquistada. Por eso nos quitan la Industria y las empresas. Se habla mucho del señorito andaluz, pero si observamos los nombres y apellidos, la mayoría son nobles de fuera que tienen posesiones en nuestra tierra. El señorito andaluz es castellano, catalán y vasco.

¿Y de la cultura andaluza? ¿Algo que le apasione?

Tampoco puedo decidir. Es muy enorme, pero me gusta el flamenco como muestra de un folclore muy especial. Porque todos los pueblos lo tienen, pero Andalucía tiene dos. El flamenco no es el folclore antiguo, es relativamente reciente, es producto de una evolución y una respuesta a la dominación castellana. Cuando a los andaluces se les prohíbe hablar el idioma andalusí, reaccionan con la música coral como forma de luchar por la independencia y reafirmación del carácter andaluz. Y de ahí surge el flamenco, que es individualista, muy especial, de una altura impresionante, fuera de las músicas populares propiamente dichas, donde sí pueden entrar las coplas recopiladas por Federico García Lorca, que sí sería el folclore original. El flamenco está por encima.

¿Nos conocemos a nosotros mismos?

Ni remotamente. Ojala nos conociéramos, porque no nos pasaría lo que nos pasa. Nos metieron con calzador que todo se lo debemos a España y mucha gente se lo ha creído. Nos han hecho creer que la tauromaquia es española, el flamenco el español, el idioma español y encima lo hablamos mal, cuando se puede demostrar con hechos que el idioma es andaluz y, en todo caso, quien lo habla mal es el resto.

Sin embargo, “Andalucía por sí, España y la Humanidad”…

Eso fue casi una obligación del Congreso de Córdoba. El lema incluía “Iberia” por España, ya que la Junta Liberalista quería hacer una federación de todos los pueblos ibéricos como una solución viable. Tenemos más en común con el Algarve que con León. España y Portugal fueron reinos artificiales. Nuestros vecinos nacieron como un grupo de condados que no querían unirse a la corona de León y que Al-Mu’tamid les protegió. Pero había que respetar a aquellos andalucistas que no estaban de acuerdo en dicho congreso.

¿En qué se diferencia el andalucismo de otros movimientos nacionalistas de nuestro país?

Lo diferencia un menor conocimiento de su historia y un menor interés hacia la propia tierra que es muy negativo para nosotros, además de una imagen excesiva de entregarnos a los demás y de pensar en la idea de España como una necesidad y realidad absoluta. ¿Por qué en el País Vasco o Cataluña hay más escuelas y menos niños por clase que aquí? A lo mejor porque protestan más que nosotros. Aunque Cataluña, si conociera un poco más su historia de una manera más cohesionada, no pediría la independencia. Nosotros no falseamos ni nos falsean la Historia, simplemente la desconocemos.

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