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Se presenta con barbas de varios días. Al hablar evita los eufemismos. Cálido y cómplice en el trato, contundente en su verbo. Se anda con las justas formalidades en el laberíntico itinerario por el que caminan los representantes de la política andaluza en la sede del poder legislativo de Andalucía: el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Sevillano afincado en Málaga, donde obtuvo su acta de diputado autonómico, suma media vida de militancia comunista. José Antonio Castro es el portavoz del grupo de Izquierda Unida en el Parlamento andaluz.

A los 18 años dio el paso adelante para integrarse en Juventudes Comunistas. 21 años después, le toca lidiar la crisis del sistema de la Transición en la cámara autonómica y, de una manera especial, también entre los suyos: una coalición formada por diversas sensibilidades de la izquierda con nociones de hacer política desde la moderación a la radicalidad. Castro media por partida doble, para tratar de encontrar acomodo a la rúbrica de IU en un cogobierno junto al PSOE en la Junta de Andalucía -sujeto a incoherencias a pesar del acuerdo programático- sin salir del discurso de ruptura con las políticas de austeridad promovidas por PSOE y PP que sostiene la coalición a nivel federal.

Hay quién le ve como sucesor del coordinador general de IU Andalucía y vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas, en la interna de la coalición. Él resuelve la cuestión sin resolverla, y emplaza al diagnóstico colectivo que tenga lugar durante el debate asambleario previsto para el mes de junio.

La administración socialista

No se cambia en 8 meses una administración creada y amamantada por un único partido a lo largo de 32 años.

Nuestras posibilidades son 12 diputados en un parlamento de 109 y 3 consejeros en un gobierno de 11.

¿Cómo explica Izquierda Unida el paso del ‘rebélate’ al discurso único del bipartidismo, como sostenían desde la oposición, al  “imperativo legal” por el que se aceptan sus políticas desde el Gobierno andaluz?

Izquierda Unida cuando se dan las elecciones autonómicas se ve ante una tesitura: mantenerse en la oposición garantizando un gobierno del PSOE o llegar a un acuerdo de coalición, como ahora, para intentar frenar todos los embates que se venían en la medida de nuestras posibilidades. Nuestras posibilidades son 12 diputados en un parlamento de 109, y tres consejeros ahora en un gobierno de 11. Optamos soberanamente por esa salida entendiendo que podíamos hacer más ahí para frenar que desde la oposición garantizando un gobierno en minoría de PSOE, pero sabemos que estamos enfrentando al bipartidismo y no somos ilusos con el socio que tenemos en este gobierno.

El Partido Popular y grupos minoritarios como UPyD critican la complicidad de Izquierda Unida, como socios de Gobierno, con los casos de corrupción de la administración socialista en el Gobierno andaluz. ¿Es posible sostener el acuerdo programático suscrito por PSOE e IU para la formación de Gobierno sin aparecer ante la opinión pública como cómplices de una manera de gobernar que ha marcado 30 años de autonomía en Andalucía?

La manera de gobernar de este gobierno creo que tiene bastantes diferencias con lo que han sido gobiernos anteriores, y la actuación de IU en las consejerías donde está con esas situaciones chirriantes ha sido clara: en EPSA, en la real escuela ecuestre de Andalucía y en todas las empresas públicas que tenemos con la gestión que estamos haciendo. Es curioso que quien achaque a IU de veleidades con la corrupción sea precisamente el Partido Popular y Unión Progreso y Democracia.

¿Se ha depurado la administración socialista en Andalucía?

No, no se cambia una administración creada y amamantada por un único partido a lo largo de 32 años en 8 meses. Quien diga que eso se hace de un año para otro te está engañando.

En materia legislativa ¿Con qué leyes aprobadas esperan culminar el periodo de sesiones  en el mes de junio?

En este periodo de sesiones está comprometido con el Gobierno varios proyectos de ley: el proyecto de ley de participación ciudadana, el proyecto de ley de transparencia, el proyecto de ley de fiscalidad y lucha contra el fraude fiscal en Andalucía, el proyecto de ley de memoria democrática en Andalucía, el proyecto de ley de la función social de la vivienda y tenemos comprometido también el proyecto de ley de transexualidad.

¿En qué aspectos se centrará la Ley de la Memoria Democrática en Andalucía que ha citado?

En poder establecer en Andalucía todos los déficits que tiene la ley estatal que fundamentalmente dejaba al albur de la sociedad organizada los trabajos de recuperación de dicha memoria. Es una ley que tiene que establecer de manera clara la reparación. No ya de una reparación material. Ni siquiera moral. Estamos hablando de justicia y de verdad. Hay que tener en cuenta que los jóvenes de este país saben muchísimo menos –por no decir nada- del periodo negro que pasamos aquí con el fascismo que los jóvenes italianos o alemanes que son conscientes de su historia reciente, de lo que ocurrió y lo tendrán presente a la hora de diseñar su propio futuro o de manejar y gestionar su presente. Eso aquí no lo hemos tenido.

Seguimiendo al Gobierno PSOE-IU

Hay mucha ansiedad por esta situación y se han querido hacer valoraciones cada quince minutos, lo cual no parece razonable ni útil para la organización.

Queremos establecer mecanismos permanentes de autoevaluación para examinar al Gobierno andaluz y la participación de IU en el mismo.

 

¿Qué horizonte tienen medidas prioritarias para IU como la reforma de la Ley electoral?

La reforma de la ley electoral es prioritaria para esta legislatura. Sólo podremos reformar la ley electoral andaluza que hace mención a la convocatoria de elecciones autonómicas, y hasta dentro de 3 años no habrá elecciones. Son más prioritarias en estos momentos  la ley de fiscalidad y lucha contra el fraude, o la ley de participación social, o la de transparencia. Por eso las hemos puesto antes, en este periodo de sesiones, de entre los 28 proyectos de ley comprometidos en el acuerdo de Gobierno.

¿Qué plazos se ha marcado Izquierda Unida para valorar el nivel de cumplimiento del acuerdo de Gobierno con PSOE?

Tendremos que buscar plazos razonables porque hay mucha ansiedad por esta situación y se han querido hacer valoraciones cada quince minutos, lo cual no parece razonable ni útil para la organización. Tenemos un proceso asambleario en junio que será un primer hito de análisis y valoración del funcionamiento del Gobierno andaluz. A partir de ahí, IU tiene el compromiso de establecer mecanismos permanentes de autoevaluación que además sean lo más participados posibles por del conjunto de la organización para examinar al Gobierno y la participación de IU en el mismo.

¿Se abortó el proceso de ‘refundación’ de Izquierda Unida que abanderó Cayo Lara cuando relevó a Gaspar Llamazares como coordinador federal?

Continúa desarrollándose en todos los territorios. No solo a través de la convocatoria social, sino algo que está siendo cada vez más asumido: el proyecto de alternativa social y democrática anticapitalista que viene a ser una continuación del proyecto de convocatoria social que busca formar parte de un gran bloque alternativo que tanto en lo político desde las instituciones como en lo social desde la calle sea una palanca de cambio: de derrocamiento del sistema capitalista en España y de alumbramiento de otro modelo.

¿Ve posible un ‘frente amplio’ de izquierdas como promueven diferentes corrientes internas de IU?

No es un edificio que empieza con los pilares y termina con todos los cerramientos. Es algo más complejo porque estamos hablando de un proceso de acumulación de fuerzas en lo político y en lo social que, bien mirado, no puede acabar nunca. En otras zonas del planeta han llegado al poder y siguen haciendo ese proceso de acumulación de fuerzas.

¿Es consciente de que la credibilidad de Izquierda Unida a nivel estatal se juega en estos momentos en su capacidad para tratar de articular un modelo alternativo desde el Gobierno con PSOE en Andalucía?

No lo comparto. Creo que puede ser un elemento que se tenga en cuenta si vas a diagnosticar la supuesta credibilidad del proyecto federal, pero no creo que sea el decisivo o el fundamental. Habrá otros que también decidan: sostenemos al gobierno en Asturias y Extremadura, y tenemos una práctica de oposición en otros sitios. Al final,  IU federal es el conjunto de todas sus federaciones junto a las políticas que aprueba. Lo que determina la posición de IU a nivel federal –y supongo que la credibilidad de esta-  es el proyecto aprobado en su XX Asamblea General a la que todos nos atenemos.

¿Temen que les pueda pasar como al Partido Andalucista tras la formación de Gobierno con PSOE en la Junta?

Puede ser un temor que esté ahí, pero si alguien analiza lo que fue el cogobierno de PSOE y PA, y lo que está siendo el cogobierno de IU e PSOE verán que es la noche y el día. No tienen nada que ver: no estamos en nuestras parcelas graciosamente concedidas por PSOE dedicándonos a los nuestro y dejando que el PSOE sea el que lo mueva  todo. Intentamos que este gobierno sea transversal y que nuestros principios lleguen a todos los rincones de este gobierno.

Izquierda Unida en clave interna

Nos preocupa que el crecimiento electoral de Izquierda Unida no se corresponda con su fortalecimiento organizativo.

Diego Valderas es uno de los máximos representantes de esta fuerza política: a su historia y a su práctica se debe.

 

¿Cuenta  Izquierda Unida en estos momentos con una estructura organizativa interna adaptada a las demandas de la ciudadanía y al mayor nivel de conciencia social que parece darse en estos momentos de crisis del sistema de la Transición?

No al cien por cien. En eso estamos: en la construcción y fortalecimiento de una organización que cada vez responda más a esa coyuntura. De hecho es algo que nos preocupa: un crecimiento electoral que todas las encuestas indican que no se corresponda con un fortalecimiento organizativo. Es un temor que debemos de tener presente.

¿Ve en Diego Valderas  un liderazgo capaz de plasmar el deseo de  ‘regeneración democrática’ por el que claman las movilizaciones sociales en la calle?

Sí, pero no porque yo vea a Diego Valderas sino porque estoy viendo al coordinador general de Izquierda Unida, y a un representante de una fuerza política. Nosotros los personalismos los justos: se trata de uno de los máximos representantes de esta fuerza política y a su programa, a su historia y a su práctica se debe.

Usted podría ser un candidato a suceder a Valderas como coordinador en Andalucía ¿Qué cuestiones deberían mejorar en la formación para estar donde el electorado demanda?

Lo primero es que ese análisis, su diagnóstico y sus conclusiones las debemos tomar colectivamente. No importa a estas alturas lo que piense uno u otro dirigente sino como son capaces los dirigentes de trasladar sus opiniones y de contribuir a la síntesis, al consenso, en torno a las ideas – fuerzas más relevantes.

De todas maneras nuestra intención es el fortalecimiento de la organización, la capacidad de intervención de esta a lo largo de toda su estructura y militancia para poder evaluar permanentemente nuestra acción de gobierno e institucional en todos los ámbitos, no sólo en la Junta de Andalucía; también gobernamos en más de 80 ayuntamientos. Será uno de los retos desde mi punto de vista a los que se tiene que enfrentar esta asamblea.

Hay un anteproyecto presentado para la reforma de la administración local ¿En qué lugar quedarían los ayuntamientos con esta reforma que promueve el Gobierno del Partido Popular?

Quedan más desprovistos de competencias y de autonomías para poder ejercer. El PP está haciendo esfuerzos denodados por venderlo como una medida de ahorro que cifran en algo más de 2000 millones. Por un lado no es cierto, y por otro lado supone el chocolate del loro: entre los sobresueldos y los pluses que tienen los dirigentes del PP por los buenos resultados electorales podríamos ahorrar más. Lo preocupante es que las instituciones que son más cercanas al ciudadano se desvirtúan, y por tanto estamos desvirtuando el sistema democrático. Creo que es un paso más en toda la estrategia recentralizadora del PP.

Caparrós es finalmente Hijo Predilecto de Andalucía este 28 de febrero ¿Qué vigencia tiene el legado de las movilizaciones del pueblo andaluz por la autonomía hoy por hoy?

Creo que cada vez está tomando mayor vigencia porque la autonomía, y no sólo la andaluza, en este proceso de recentralización que se está dando está cada vez más en entredicho.

El debate territorial

La Autonomía está cada vez más en entredicho en este proceso de recentralización que lleva a cabo el Gobierno central.

Andalucía quiere que el debate no esté monopolizado por tensiones nacionalistas de la periferia ni por el nacionalismo español.
A un gobierno de izquierdas pediría que iniciara el camino del socialismo del siglo XXI

No es un problema abstracto, lo que implica de manera directa en la mayor incapacidad que tendrán las autonomías para poder prestar los servicios desde lo público. Estamos hablando de la Sanidad, la Educación, Servicios Sociales o Dependencia, competencias plenas de la autonomía: al desvirtuarlas y quitarles recursos  se está desmantelando ese sector público. A través de la prestación son servicios que están difiriendo salarios a la clase trabajadora. Ahora lo que se está haciendo es quitárselos.

¿Qué papel debe jugar Andalucía en el debate territorial?

Andalucía quiere jugar un papel diferente al de las tensiones nacionalistas. Siempre ha jugado un papel donde reclamaba sus propios derechos pero también establecía una propuesta que servía al conjunto de España. No lo ha hecho sólo pensando en sí misma. Como dice el himno, Andalucía no es solo por sí: lo es también por España y la Humanidad. Queremos que el debate no sea monopolizado ni por las tensiones nacionalistas de la periferia que lo único que piden es más para ellos –como el caso de Cataluña con el pacto fiscal- ni por las tensiones del nacionalismo español que de manera rancia y arcaica plantea una recentralización y  el desmantelamiento del sector público español.

Andalucía intentará huir de ese debate exacerbado que se da por una y otra parte, y hacer una propuesta que garantice los derechos de Andalucía pero sea válida para el conjunto de pueblos de nuestro Estado.

Como votante de IU ¿Qué exigiría a un gobierno de izquierdas en estos momentos?

Que aprovechara dicho gobierno para iniciar un proceso constituyente en este país. Ahora mismo todas las instituciones están en crisis -no hablamos sólo de una crisis económica-  y necesitamos diseñar nuestra propia salida a la crisis con un carácter más social. Por lo tanto le pediría que iniciara el camino del socialismo del siglo XXI.

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