Manuel José García Caparrós ( Málaga,1959-1977) es nombrado a título póstumo Hijo Predilecto de Andalucía. El joven fue disparado por las Fuerzas Armadas durante la manifestación de 4D en Málaga. La propuesta ya se hizo en 2002 por parte del PA.

El 4 de diciembre de 1977, coincidiendo con la gran manifestación andaluza en defensa de la autonomía, un joven fue disparado. Aquel día el joven afiliado de Comisiones Obreras portaba una bandera con unos colores que volvían tras años de guerra para pedir paz y esperanza. Esos colores fueron empañados por el rojo de la sangre.

Manuel José García Caparrós, joven sindicalista, asistía como otros miles de andaluces a la gran manifestación donde se pedía nuestra Autonomía. En este caso, él se encontraba en la de Málaga. Entonces, un miembro de la Policía Armada le disparó. Manuel José García Caparrós cayó al suelo y dejó su sangre en el acerado. Falleció, pero nadie olvidó, olvida y olvidará ese gesto que le convirtió en un mártir de la causa andaluza.

No fue el único fallecido durante las manifestaciones, pero quizás sea el más representativo, Desde el 4 de diciembre el lugar donde lanzó su último suspiro es visitado a modo de peregrinación y homenaje por todos aquellos que quieren agradecer la labor que García Caparrós hizo para Andalucía. Una placa le recuerda, pero es más importante el recuerdo colectivo en todos aquellos que vivieron ese momento tan bello y a la vez tan trágico.

Es la primera vez que se otorga el título de Hijo Predilecto a nivel póstumo. Una excepción en pos de recuperar un espiritú perdido y asesinado que cada vez que conviene, intentan resucitar. El pleno del Ayuntamiento de Málaga del 16 de noviembre de 1995 aprobó darle su nombre a una calle en su memoria. La Diputación Provincial de Málaga le nombró Hijo predilecto de la provincia a título póstumo el 20 de abril de 2009. Todos homenajes serán pocos para este joven.

Han pasado 35 años. Todavía no se sabe quien disparó. Y lo más seguro es que no se sepa. Consiguió callar a una persona de manera vil y cruel, pero no consiguió callar la voluntad de todo un pueblo. Hoy en día, y gracias en parte a Manuel José García Caparros, los andaluces levantan la vista y ven en los balcones oficiales una bandera con los colores de los almohades y los omeyas. Una bandera de Paz y Esperanza.

Con este nombramiento se hace justicia con Caparrós, que ya en 2002 fue propuesto por el entonces consejero de Relaciones Institucionales de la Junta de Andalucía, Juan Ortega (PA) y que finalmente el gobierno andaluz no llevó a cabo.

 

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