La cuarta ola de COVID ha traído de la mano nuevas medidas centradas en la hostelería. Las medidas adoptadas por la Junta, que fueron comunicadas ayer por el consejero de Salud, han indignado, sobre todo, al sector hostelero. La patronal ha acusado al Ejecutivo de Juanma Moreno, este mismo viernes, de «criminalizarlos».

El presidente de la Junta compartía este medio día un vídeo en su perfil de Twitter en el que aseguraba «lamentar» la decisión tomada por Salud. Aclaraba, además, que esas decisiones competen al Comité Técnico Científico y que se escapan a «su voluntad política». Afirmaba que «si fuera una decisión política» él «no cerraría la restauración». Aún así, ofrecía todo su apoyo al Comité Técnico Científico, que «son los que deciden, en función de la incidencia, qué es lo que hay que hacer para prevenir y para evitar el contagio. A mí solo me queda acatar la decisión que toman los especialistas».

Con estas declaraciones el presidente de la Junta mostraba su disconformidad con las medidas que se aplicarán a la hostelería.

Un cierre anticipado que ha indignado a la hostelería

Los bares, comercios y actividades no esenciales en Sevilla cerrarán a las 20:00h. La medida entrará en vigor la noche del sábado al domingo con motivo de causar «el menor daño posible» a la planificación de la restauración y comercios no esenciales.

Ante el aumento de la tasa de incidencia en Sevilla, el Comité Territorial de alerta de Salud Pública Alto Impacto, ha posicionado a la provincia en nivel de alerta 3 con grado 1. Por ello, el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, compareció este jueves par aclarar cuándo entran en vigor las nuevas medidas.

Esa tregua, aún así, parece insuficiente para un sector que dice haber sido de los más afectados de la pandemia. «¿Qué diferencia hay entre cerrar a las ocho y las diez y media? ¿Está demostrado que en esa franja se generan más contagios», preguntaba el presidente de la patronal, Antonio Luque.

La patronal afirmaba que, el hecho de que los bares cierren a las 20:00 y que el toque de queda continúe siendo a las 23:00, provocará que haya personas concentradas en domicilios, para Luque, el «verdadero foco de contagio». Además, alerta de que la reducción de aforo también repercute en las celebraciones de bodas que ya estaban previstas los próximos meses.