Profesor falda

Pablo Santaella, profesor de educación física, decidió acudir a su centro de trabajo en falda, para así hacer ver a los más jóvenes que cada uno es libre de vestirse y sentirse como él desee. Es, sin duda, una gran acción que muchos nos han sabido valorar.

Y así lo ha denunciado el mismo profesor en su perfil de Facebook. En su post, ha lamentado tener que verse sometidos a los estereotipos que, aun hoy en día, imperan en nuestra sociedad. Los más jóvenes le preguntaban, hacían comentarios e incluso le piropeaban, pero Pablo siempre trató de darle toda la naturalidad posible.

Resalta que, aunque no le apeteciera en demasía ponerse la falda, si que le motivaba al profesor era el poder dar a los más jóvenes un claro ejemplo de que cada uno debe hacer y sentirse como a él mismo le apetezca, sin depender de la opinión del resto.

Ha llegado incluso a preguntar a los chicos a los que imparte clase si se han visto condicionados por su vestimenta a la hora de recibir la clase. La respuesta del alumnado, en todos los niveles de primaria, ha sido la misma: NO.

También, está recibiendo mucho apoyo a través de sus redes sociales, y es que gran parte de la sociedad se ha hecho eco de la labor que está realizando el educador. Tratan de ponerla en valor para que así su ejemplo se haga extensible a otros educadores. Poco a poco, gracias en gran parte a la labor de este tipo de profesores, se van rompiendo las barreras que impone la sociedad con absurdos estereotipos.

Pablo ha realizado un valiente acto que pone en valor los sentimientos que deben impulsar una labor tan bonita como es la del educador. Saber transmitir estos valores es esencial si queremos crear una sociedad sana, libre y abierta.