La organización agraria considera que el documento remitido no cumple las expectativas de los productores andaluces, y que no garantiza que los consumidores reciban una información completa.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos  COAG  Andalucía, ha realizado una primera valoración del proyecto de modificación de la Norma de Calidad del Ibérico, cuya redacción final ha remitido el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). Esta primera lectura pone de relieve la «cobardía» del departamento que dirige Miguel Arias Cañete, al retractarse de su planteamiento anterior, que esta organización valoró positivamente por su defensa de la raza porcina ibérica y de los modelos tradicionales ligados a la dehesa.

Tras esa propuesta valiente, la COAG denuncia que el MAGRAMA «ha cedido a las presiones a las que lo ha sometido la industria de determinadas comunidades autónomas», y ha publicado un documento en el que se retracta de su postulado anterior, favoreciendo los intereses de esa industria y sus negocios, en detrimento del interés general de los productores andaluces y los consumidores.

El nuevo sistema reduce las denominaciones de venta a tres, en función de la alimentación y el manejo: “bellota”, “cebo de campo” y “cebo”, acompañados de la mención “100% ibérico” o “ibérico”, según la pureza racial del animal. Se elimina así de la denominación de venta el porcentaje de raza ibérica en el caso de cruce, quedando esta información relegada a otro lugar menos visible, por lo que se perpetúa la confusión que sufre el consumidor.

Por otro lado, desde COAG consideran que la categoría  “cebo de campo” también contribuye a generar confusión, puesto que se le aplica a modelos de producción intensivos que poco o nada tienen que ver con la palabra “campo”. La nueva norma incorpora, no obstante, algunas cuestiones positivas, tales como la introducción de la edad de sacrificio para la categoría de cebo y algunas mejoras en el etiquetado.

No obstante, COAG Andalucía considera que son más los aspectos negativos que tiene la norma. Por eso, exige al MAGRAMA que vuelva al planteamiento anterior, ya que el objetivo principal de esta norma debe ser la defensa del interés general, y no el de determinadas empresas, por mucha que sea su capacidad de presión. Esta organización agraria trabajará para tratar de volver, antes de la aprobación definitiva por parte del Consejo de Ministros, a un planteamiento mucho más valiente y que realmente defienda a los productores y al conjunto de los ciudadanos.

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