Andalucía pilota la creación de redes de alerta para detectar precozmente conductas suicidas y prevenirlas.

La Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía participa, a través del Servicio Andaluz de Salud, en un programa europeo de salud de mental para la creación de redes locales y regionales que sirvan para detectar de manera precoz conductas suicidas con el objetivo de que puedan prevenirse. Dicho proyecto, que parte del grupo de trabajo de salud mental y prevención de suicidio EUREGENAS, comenzó a desarrollarse a principios de 2012 y en él participan once países europeos.

Los conocimientos necesarios para conseguir los objetivos del proyecto se obtendrán a través de la revisión de la evidencia disponible y mediante proyectos piloto en varias localidades o regiones. Andalucía ha sido una de las regiones seleccionadas para la puesta en marcha de dicha iniciativa.

El proyecto, que se extenderá hasta diciembre de 2014 y se va a pilotar en 2013, consiste en generar redes integradas por instituciones, autoridades y profesionales del ámbito sanitario y educativo para aumentar las competencias de detección de conductas suicidas. En el ámbito sanitario, la atención primaria se convierte en uno de los primeros escalones en los que poder identificar señales indicativas de este tipo de conductas, al igual que, dentro del ámbito educativo, los entornos escolares.

Se trata de generar una red de expertos, de agentes formales e informales en detección del riesgo de suicidio dentro de cada una de las localidades y regiones participantes. Para ello, se han implementado tres líneas de trabajo fundamentales: Actividades de sensibilización con agentes locales y comunitarios, Formación a médicos de familia y Apoyo a los supervivientes de suicidio (familiares y allegados que han perdido un ser querido por suicidio), fomentando los grupos de ayuda mutua.

Precisamente, hoy se celebra el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud. El objetivo de esta efeméride es la sensibilización de la comunidad científica y de la población en general de que el suicidio es evitable. El lema para esta edición es “Prevención del suicidio en todo el mundo: más protección y más esperanza”.

La promoción de la salud mental y la prevención del suicidio son algunas de las prioridades del II Plan Integral de Salud Mental de Andalucía (PISMA). De hecho, la promoción de una buena salud mental y las medidas preventivas, la detección precoz y el tratamiento adecuado son claves para disminuir el riesgo de suicidio.

Guías para profesionales

Asimismo, dentro de las guías que la Consejería de Salud y Bienestar Social ha editado para los profesionales que trabajan en el sistema sanitario público andaluz existen dos dedicadas al abordaje de las conductas suicidas: ‘Recomendaciones sobre detección, prevención e intervención de la conducta suicida’ y ‘Guía sobre la prevención del suicidio para personas con ideación suicida y familiares’.

Estos documentos están disponibles en formato electrónico en la página web del Servicio Andaluz de Salud (SAS), para incrementar y garantizar el acceso a la información, ya que de esta manera todos los profesionales pueden descargarse el contenido.

El suicido es una de las tres principales causas de muerte entre los individuos de entre 15 a 34 años y la primera causa de muerte violenta, aunque la mayoría de estos casos se dan en personas de más de 60 años. La enfermedad mental es el primer factor de riesgo suicida, especialmente entre jóvenes y adultos, según el protocolo Supre_Miss de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, este organismo estima que para el año 2020, basándose en la tendencia actual, fallecerán aproximadamente 1,53 millones de personas por este motivo.

La población de riesgo se puede distribuir en función las siguientes variables: edad (adolescentes y mayores), problemas clínicos (enfermedad somática y enfermedad mental), y factores sociales y medioambientales (soledad, desempleo, migración, estrés, método). El abordaje de la población de riesgo propuesto desde las guías del Servicio Andaluz de Salud recomienda evaluar el riesgo suicida y la aplicación de intervenciones basadas en la evidencia y la continuidad asistencial, para que la persona en riesgo esté en cada momento en el lugar más apropiado de los circuitos sanitarios.

A pesar de la exposición a los factores de riesgo de la población anteriormente citada, el suicidio completado es un evento relativamente raro, lo que indica que hay una gama de factores protectores que actúan para mitigar los efectos de esta exposición a factores de riesgo. Ejemplos de estos factores protectores son la autoestima y confianza en sí mismo, las habilidades para resolver problemas, el mantenimiento de buenas relaciones con amigos, compañeros de trabajo y vecinos, el acceso al apoyo social, el rápido acceso a la atención sanitaria y tener un estilo de vida saludable.

Para potenciar estos factores protectores, la Consejería de Salud y Bienestar Social ha publicado materiales para el afrontamiento saludable de las dificultades de la vida cotidiana. Su objetivo es ofrecer a los profesionales ayuda para que puedan responder, con alternativas no medicalizadoras, ante demandas que tienen que ver con sentimientos de infelicidad o malestar, otras veces relacionadas con sentimientos negativos (tristeza, frustración, ira, odio, impotencia) ante un acontecimiento o situación vital estresante o injusta. Las seis guías de autoayuda disponibles para los pacientes son: Resolución de problemas, Afrontando las preocupaciones, Aprender a programar actividades placenteras, Aprender a relajarse, Autoestima, Concédete una oportunidad y cuídate.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...