El que hasta ayer fuera delegado de Educación de la Junta de Andalucía, Miguel Martín León, reconocía en la tarde de ayer que está siendo investigado en una querella criminal que la empresa Fleshlight presentó en 2015 contra él, la asociación deportiva Anima Vitae y varios directivos de la firma por el presunto desvío de un patrocinio de casi 40.000 euros. Cuatro horas después presentaba su dimisión.

En declaraciones a ABC de Sevilla, aseguró estar tranquilo «porque toda mi vida he sido una persona íntegra. Lo único que hice fue entrenar a un equipo, y no he cobrado ni un euro del patrocinio». A su parecer, es víctima «de una falsedad documental, una estafa procesal, una querella falsa y falso testimonio», razón por la que ha pedido el archivo del procedimiento.

Martín León, que no pertenece a Ciudadanos aunque fuera nombrado a propuesta del partido, admite que hace años contó a Javier Imbroda, el hoy consejero de Educación de la Junta y desde hace años su amigo, que le habían presentado una querella por estafa, pero afirma que cuando le llamó hace unos días para ser delegado provincial de Educación en Sevilla no le dijo que el tema judicial aún no estaba resuelto «porque sinceramente yo pensaba que estaba terminado, ya que no le presté atención».

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