Banderas / Archivo SA

Ursula von der Leyen reconoce que el sistema actual ya no funciona. El desastre del campo de refugiados de Moria (Grecia) deja en evidencia la falta de coordinación entre Estados miembros, por lo que la propuesta de la Comisión, entre otros aspectos, se basa en un reparto más equitativo de la responsabilidad y solidaridad entre los países que están en primera línea de llegada y el resto de la UE.

El horror del campo de refugiados de Moria, situado en la isla griega de Lesbos, parece haber acelerado una gran asignatura pendiente de la Unión Europea, un Pacto común sobre Migración y Asilo que otorgue “soluciones europeas a desafíos comunes”, sostiene la Comisión. Y todo ello, en tiempo récord, ya que se insta a Parlamento y Consejo a aprobar la propuesta para que ésta entre en vigor en 2021.

Hasta el momento, el Reglamento de Dublín no funciona ya que éste recoge, entre otros aspectos, que el primer Estado receptor de inmigración, es aquel que ha de tramitar la petición de asilo si se reconoce la condición de refugiado del solicitante en la UE, es decir, si se huye de una guerra, se es perseguido por pertenecer a una etnia, religión u orientación sexual y la vida de esa persona corre realmente peligro.

Distribución de decisiones finales sobre solicitudes de asilo / UE

El resultado, por desgracia, es nefasto y los países fronterizos como Grecia, Italia o España no dan abasto. Según ACNUR, el Centro de Identificación y Registro de Moria ha quedado devastado por los diversos incendios: “12.000 solicitantes de asilo se encuentran en una situación crítica y, una vez más, han perdido sus refugios y pertenencias”. Un centro, en teoría, con capacidad para 3.000 personas, donde vivían, además, 4.000 niños, de los cuales, 407 no estaban acompañados.

Según datos de Eurostat, En 2019, 612.700 solicitaron asilo en los Estados miembros de la UE, de los cuales, el 38% lo consiguió. Las nacionalidades mayoritarias de los demandantes de asilo fueron la siria, la afgana y la venezolana. La países más demandados para permanecer como refugiado fueron Alemania, Francia y España.

Las claves de la propuesta: procedimientos mejores y más efectivos

La Comisión propone implementar un procedimiento fronterizo integrado que incluya una selección previa a la entrada para identificar todas las personas que crucen las fronteras exteriores de la UE sin autorización o que hayan desembarcado tras una operación de búsqueda y salvamento.

Asimismo, el ejecutivo comunitario realizaría controles sanitarios y de seguridad, toma de huellas dactilares y registro en la base de datos Europa. Tras dicha selección, se tomarían decisiones rápidas de asilo o de retorno, al tiempo que se mejorarían los procedimientos ya existentes, según explica la CE.  

La Comisión apela especialmente en esta iniciativa al “reparto equitativo de la responsabilidad y la solidaridad entre los Estados miembros que tendrán la obligación de ser responsables y solidarios entre sí”, lo que implica que todos los países deberán apoyar a aquellos Estados como Grecia o Italia que sufren mayor presión migratoria, garantizando que la Unión cumpla con sus obligaciones humanitarias.

En lo que respecta a las diferentes situaciones de los Estados miembros y a las fluctuaciones de las presiones migratorias, la Comisión propone un sistema de contribuciones flexibles de los Estados miembros. Estas pueden variar desde la reubicación de los solicitantes de asilo desde el país de primera entrada, hasta la asunción de la responsabilidad de la devolución de personas sin derecho de estancia o diversas formas de ayuda operativa.

La relación con terceros países parece intensificarse en esta propuesta. La Comisión pretende fomentar las relaciones con países de origen y de tránsito para luchar contra el tráfico de migrantes, así como acabar con las mafias que atajan por vías ilegales de llegadas a territorio europeo.

Cabe destacar el punto del sistema común de retornos cuyo objetivo es ganar credibilidad en lo que a normas de migración conjunta se refiere. Esto incluye un marco jurídico más eficaz, reforzamiento de la Guardia Europea de Fronteras y Costas, así como la creación (ya culminada) de un coordinador en materia de retorno con una red de representantes nacionales.

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Por último, aunque no en último lugar, uno de los puntos más destacados y a los que aludió en el Discurso de la Unión la semana pasada la señora von der Leyen, la CE desea construir asociaciones en materia de talento con países claves no pertenecientes a la UE que se ajusten a las necesidades de mano de obra y competencias de la UE.

La Eurocámara no está convencida

La comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo (LIBE), tras un primer contacto con la propuesta de la Comisión, no se muestra convencida. Por un lado, se critica que en dicho borrador no se elimine el Reglamento de Dublín que provoca la saturación de los países con frontera exterior UE, a lo que hay que añadir la incertidumbre del patrocinio de regreso.

El nuevo Pacto migratorio es insuficiente para la mayoría de los grupos del PE. Algunos exigen la reubicación obligatoria de los refugiados; otros quieren una postura más firme ante las llegadas irregulares.

Los miembros de LIBE ven con preocupación el hecho de que los países de la UE que no deseen trasladar refugiados a su territorio tendrían la opción de patrocinar el regreso de aquellos que no tienen derecho a quedarse, por lo que los eurodiputados se preguntan qué ocurriría si la mayoría de países se decantan por esta elección.

El debate está servido con un horizonte muy cercano para sacar adelante la normativa, principios de 2021.

Plumilla por vocación, he trabajado en radio, televisión y prensa on line. Profundamente europeísta y convencida de que el Periodismo es el motor de cambio de la sociedad y hay que salvaguardarlo. Para...