Doñana / Archivo SA

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible continúa avanzando para alcanzar el Pacto Andaluz por el Agua con la aprobación por unanimidad de la primera fase de los trabajos por parte de los representantes de todas las fuerzas políticas con representación en el Parlamento regional. En esta etapa se han establecido la metodología a seguir y los diez ejes principales de este documento que la viceconsejera, Ana Corredera, ha calificado como «una pieza fundamental para dotar a nuestra tierra de la política de aguas que necesita para hacer frente a los retos de futuro».

La representante del departamento competente en cuestiones de Medio Ambiente en Andalucía ha resaltado que se han incorporado al documento inicial todas las aportaciones trasladadas por los interlocutores de los diferentes grupos políticos. Ana Corredera ha explicado que este acuerdo «dará respuesta a una carencia histórica en políticas de agua en Andalucía» y tendrá su base en el consenso, «como demuestra el respaldo unánime que recibe cada uno de los pasos que se están dando para su aprobación». La viceconsejera de Agricultura ha recalcado que «el nuevo Ejecutivo andaluz ha apostado firmemente por impulsar este pacto que nos permitirá contar en la comunidad autónoma con la mejor gestión posible de un recurso fundamental para nuestra economía y medio ambiente».

Tras esta primera etapa de elaboración del Pacto Andaluz por el Agua, la Consejería continuará avanzando para «convertirlo en una realidad lo antes posible», como ha apuntado Corredera, manteniendo reuniones sectoriales que permitirán a los agentes económicos y sociales, por un lado, participar en el diagnóstico de la situación actual, y por otro, trasladar al Gobierno autonómico sus propuestas concretas para cada uno de los ejes principales establecidos. De esta forma, se procederá a la redacción del ‘Documento de trabajo del Pacto Andaluz por el Agua’ y podrá comenzarse la tercera fase de elaboración mediante la apertura del plazo de participación pública abierta, cuyo resultado será la selección de los puntos de acuerdo de mayor consenso para cada una de las líneas estratégicas del pacto. Estos acuerdos estratégicos conformarán la ‘Propuesta de Pacto Andaluz por el Agua’ que los grupos políticos y agentes sociales debatirán con el fin de alcanzar un acuerdo total o parcial de este documento.

Prioridades del pacto

Entre los diez principales ejes del Pacto Andaluz por el Agua se encuentran el establecimiento de los objetivos medioambientales prioritarios a los que deben responder los planes hidrológicos y la actualización de la gobernanza en materia de aguas, por ejemplo, buscando las medidas oportunas para reparar los planes anulados o analizando las medidas de desarrollo normativo más urgentes.

En cuanto a participación y transparencia, el objetivo es avanzar en la puesta en marcha de los órganos establecidos por la Ley de Aguas y cumplir con las obligaciones de acceso a la información pública; y, en cuarto lugar, se apuesta por una regulación del ciclo integral del agua que incluya avances relativos a la garantía del mínimo vital de agua potable y a la eficiencia de las redes y la calidad del servicio.

Este decálogo incluye también actuaciones dirigidas a ahondar en la reversión de los déficits estructurales y en la importancia de que la demanda de agua sea sostenible, así como en la búsqueda una mayor capacidad de adaptación (resiliencia) frente a sequías y al cambio climático. Además, contempla medidas que busquen la mitigación y adaptación de Andalucía a esta circunstancia ambiental y que ayuden a hacer frente al riesgo de inundaciones en determinados territorios.

La novena línea prioritaria de actuación del Pacto Andaluz por el Agua se refiere a la recuperación de costes y financiación de los servicios abordando, por ejemplo, la conveniencia de reformar el canon del agua y las tarifas en las cuencas andaluzas. El último eje estratégico persigue la selección de las actuaciones prioritarias sobre el medio natural, infraestructuras hidráulicas o reorganización de los recursos y demandas, entre otros ámbitos.